Desde hace un año a los empleados públicos se nos aumentó la jornada laboral en dos horas y media semanales. Y a pesar de que se nos “vendió”, por parte de los gobernantes políticos esta vuelta de tuerca más, y siempre a los mismos, de que solo era un hecho puntual y transitorio referido al año 2012 de manera excepcional, con la nueva Ley de Presupuestos canarios este hecho se ha consolidado en una jornada de 37,5 horas semanales en aplicación de aquello que dice “Santa Rita, lo que se da no se quita”.

No obstante lo anterior, que demuestra una y otra vez que lo prometido por nuestros políticos gobernantes nunca se cumple, pues el año antes se nos pidió a los sanitarios públicos un pequeño esfuerzo, el arrimar un poco el hombro, solo media hora más al día en nuestra jornada, de manera excepcional, según notificaron la Consejera de Sanidad, la Directora del Servicio Canario de Salud y el propio Presidente del Gobierno Autónomo, resultó que nos obligaron a realizar este aumento de jornada pero realizándolas una sola vez a la semana, quincenalmente o incluso mensual, sumando este aumento en jornadas a veces de 10 horas continuadas en aras de una pretendida productividad en cuanto al servicio a los ciudadanos se refiere.

Un año después, desde la propia dirección de los centros sanitarios, se han dado cuenta de que este aumento de jornada no ha resultado fructífero en relación con un mejor servicio a los pacientes, ni a las listas de espera ni a las intervenciones en quirófanos y, por tanto, a mejorar la productividad de los trabajadores. Un ejemplo: se constata, con datos obtenidos por la propia dirección del Hospital Universitario de Canarias, como botón de muestra, que tras la realización de esta fórmula de agrupar la prolongación de jornada, de realizar lo que conocemos los trabajadores como “horas paulinas”, se ha obtenido un aumento del número de consultas de unas 2.500 más al año, mientras que si se hubiese permitido realizar la prolongación durante media hora más al día, el número de consultas podría haberse elevado a 20.000 al año. ¡Alucinante la gestión realizada ¡

Este horario de trabajo, igual que el funcionamiento de los centros junto con la distribución de la jornada ordinaria, son determinados por las correspondientes Gerencias, como también ha sido de su responsabilidad lo realizado hasta el momento en referencia al año que pasó.

Incluso, el descontrol existente ha sido tal, que algunos trabajadores ampliaron su jornada, unos acumulando las dos horas y media semanales, otros quincenales, unos asistiendo sábados, otros computando esas horas como de guardias e, incluso, otros, que nunca realizaron ese aumento de su jornada.

Ahora, un año después y vistos los despropósitos obtenidos, existe un malestar grande entre los sanitarios que sí las realizaron frente a los que no. Porque esta situación anormal sigue estando pendiente de una decisión judicial, por irregular, a espera de un futuro juicio.

Y mientras todo esto sucede, a los profesionales sanitarios no se nos escucha por parte de los políticos ni los directores de los centros, no existe una racionalización del servicio ofertado aplicando criterios razonables, la ineficiencia está a la orden del día como puede comprobarse. Lo que importa es mantener la tiranía sobre los trabajadores, el control del fichaje horario, la persecución que trae un descontento laboral galopante. No importa mejorar el servicio prestado a los ciudadanos y se sigue premiando a los centros concertados y privados desmantelando la sanidad pública.

En Madrid dimiten Gerentes de Hospitales y Directores Médicos en un acto de decencia profesional y ciudadana. ¿Para cuando aquí en Canarias por iguales motivos?

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