Era una placentera mañana de diciembre en un parque de Shenzhen, en la provincia meridional china de Guangdong. Los vecinos más madrugadores realizaban sus habituales ejercicios matinales sin esperar encontrarse a ningún personaje público.
El parque no estaba acordonado. No había alfombra roja ni pancartas de bienvenida.
Un hombre alto de mediana edad, vestido con traje oscuro y camisa blanca pero sin corbata, depositó una corona a los pies de la estatua del difunto líder chino Deng Xiaoping. Después se acercó a un grupo de gente que se había congregado en los alrededores y empezó a charlar.
El hombre era Xi Jinping, el nuevo secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
Durante su visita a Guangdong, Xi pidió a todo el Partido y a los miembros de todos los grupos étnicos que se adhieran firmemente al camino de la reforma y la apertura y se centren en impulsar la reforma de una manera más sistemática, integral y coordinada. Xi prometió que no habrá ninguna pausa en el proceso de reforma y apertura.
En su primera visita fuera de Beijing como nuevo líder del PCCh, Xi se desplazó a la provincia de Guangdong, la zona puntera en la implementación de la política de reforma y apertura, siguiendo la ruta que recorrió Deng Xiaoping hace 20 años, cuando el país se encontraba en medio de una encrucijada.
Los medios de comunicación han señalado que el nombramiento de Xi ha supuesto un soplo de aire fresco para la vida política del país. El nuevo líder del PCCh no sólo apuesta firmemente por la reforma y la apertura, sino que está preparado para dirigir a la nación hacia la realización del "Sueño Chino".
Xi, de 59 años, fue elegido durante la primera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh, celebrada el 15 de noviembre y es el primer máximo líder del Partido nacido después de la fundación de la República Popular China en 1949.
Hoy, Xi encabeza el PCCh, que con sus más de 82 millones de miembros es el partido político más grande del mundo y cuenta ya con 91 años de historia. El PCCh gobierna China, la segunda mayor economía del mundo.
El país y el mundo entero tienen la mirada fija en Xi Jinping: ¿Qué hará para liderar el PCCh y conseguir que el Partido sirva mejor al pueblo? ¿Qué hará para dirigir a los 1.300 millones de chinos y construir una sociedad modestamente acomodada en todos los aspectos antes de que se cumpla el centenario de la fundación del PCCh en 2021? ¿Qué hará para dirigir al pueblo hacia la consecución del objetivo de construir un país socialista moderno, próspero, poderoso, democrático, civilizado y armonioso antes del centenario de la fundación de la República Popular China en 2049? ¿Qué hará para llevar al país en una dirección que contribuya a la paz y el desarrollo mundiales?
Al comparecer ante los medios de comunicación el día en el que se formó el nuevo liderazgo, Xi dijo que la misión del PCCh incluye tres responsabilidades: hacia la nación, hacia el pueblo y hacia el Partido.
DEFENSOR DEL "SUEÑO CHINO"
"La aspiración del pueblo a una hermosa vida representa nuestra meta de lucha", declaró Xi el 15 de noviembre en su primer discurso como secretario general del Comité Central del PCCh.
Poco después de asumir el cargo, Xi y otros seis miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh visitaron la exposición "El camino hacia la revitalización", una muestra instalada en el Museo Nacional de China que ilustra los enormes desafíos que el país ha superado en el camino de la revitalización nacional desde 1840.
"Hoy en día, todo el mundo está hablando del Sueño Chino", señaló Xi. "Desde mi punto de vista, realizar la gran revitalización de la nación china es el mayor sueño del país en la historia moderna".
Para lograr esta meta sagrada, Xi ya ha dejado clara su postura sobre varios aspectos del desarrollo del país.
En lo que se refiere al desarrollo económico, Xi se opone a la idea de centrarse ciegamente en el crecimiento y defiende el principio del desarrollo científico, que apuesta por la sostenibilidad en términos de recursos y del medio ambiente.
En cuanto al desarrollo político, subraya la idea de que todo el poder pertenece al pueblo y pide una reforma política activa y constante sin alejarse del camino del socialismo con peculiaridades chinas. También insiste en la importancia de la ley y en la necesidad de ejercer el poder estatal de acuerdo con la Constitución.
En términos de desarrollo cultural, Xi enfatiza el desarrollo del talento humano y la promoción del espíritu nacional chino, encarnado en el himno nacional: "Construiremos nuestra nueva Gran Muralla con nuestro cuerpo y nuestra sangre".
Respecto al desarrollo social, propone realizar esfuerzos continuos para proteger y mejorar la vida del pueblo a través del desarrollo económico, conseguir una buena vida a través del trabajo duro partiendo siempre de la realidad del país y construir una sociedad armoniosa.
En cuanto al progreso ecológico, Xi subraya una estrategia nacional de conservación de recursos y protección medioambiental y un modelo de desarrollo sostenible.
Pasando de la Meseta de Loes a la costa del sureste, de las autoridades locales al liderazgo central, Xi ha tenido una carrera política completa y ha desarrollado un profundo entendimiento de las condiciones de su país y de su pueblo.
En 2007 se convirtió en uno de los entonces nueve miembros del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del PCCh, el máximo órgano de decisión del Partido, después de haber trabajado durante décadas en diversas localidades, entre ellas las municipalidades de Beijing y Shanghai, así como en las provincias de Shaanxi, Hebei, Fujian y Zhejiang.
Al mismo tiempo, fue miembro del Secretariado del Comité Central del PCCh y presidente de la Escuela del Partido del Comité Central del PCCh. En 2008 fue elegido vicepresidente de China.
En los últimos cinco años, Xi ha participado en la formulación de importantes políticas para el Partido y para el país y ha ganado una amplia experiencia de liderazgo en todos los sentidos.
Durante el tiempo en el que se encargó de los asuntos del PCCh, Xi concedió una gran importancia a la construcción del Partido. En este sentido, ha reiterado que el Partido debe supervisar a sus miembros aplicando unos estándares estrictos y escuchando las peticiones de la gente común.
A partir de 2008, Xi trabajó intensamente en la campaña dirigida a estudiar e implementar la concepción científica del desarrollo. Gracias a esta campaña, de un año y medio de duración, la concepción fue adoptada por todo el Partido y por todo el país y pasó a ser considerada como la fuerza motriz del desarrollo económico y social.
También lideró el grupo de funcionarios que elaboró el borrador del informe que presentó el XVII Comité Central del PCCh ante el XVIII Congreso Nacional y la enmienda a los Estatutos del PCCh, que fueron adoptados durante el congreso y se han convertido en importantes documentos guía para el futuro de China.
Xi ha estado vinculado a las fuerzas armadas desde su juventud. Tras graduarse de la universidad, trabajó tres años en la Oficina General de la Comisión Militar Central (CMC), una experiencia que profundizó su afecto por el Ejército.
En los años siguientes, fue jefe del Partido en subáreas militares mientras ejercía cargos en el Partido y en el gobierno. Su familiaridad con los asuntos militares de base y su apoyo al Ejército le han otorgado una buena reputación.
En 2010, Xi pasó a ser vicepresidente de la CMC y fue nombrado presidente de esta comisión durante la primera sesión plenaria del XVIII Comité Central del PCCh.
Por otra parte, Xi conoce de primera mano el trabajo relacionado con Hong Kong, Macao y Taiwan. Sus 17 años en la provincia de Fujian (sureste) le dieron la oportunidad de obtener un profundo entendimiento de Taiwan y de las empresas de la isla. La primera cámara de comercio de Taiwan en la parte continental fue establecida en Xiamen cuando Xi formaba parte del gobierno provincial de Fujian. En aquella época, Xi ayudó a los compatriotas de Taiwan a resolver muchos problemas, por lo que muchos de ellos le ven como un buen amigo.
Como máximo líder encargado de los asuntos de Hong Kong y Macao, Xi ayudó a formular una serie de políticas de gran importancia para la estabilidad y la prosperidad a largo plazo de estas dos regiones.
En 2008 y 2009, cuando Hong Kong y Macao se vieron gravemente afectadas por la crisis financiera internacional, Xi visitó ambas regiones para mostrarles su apoyo.
En 2008, Xi también recibió el encargo de supervisar los preparativos de los muy esperados Juegos Olímpicos y los posteriores Juegos Paralímpicos, jugando un papel clave en la celebración de estos maravillosos y extraordinarios acontecimientos deportivos.
UN HOMBRE DEL PUEBLO
Xi ha expresado su profunda simpatía por el pueblo en muchas ocasiones. En una de ellas afirmó que "el valor de un funcionario a los ojos del pueblo depende de lo mucho que el funcionario le valore". Su amor por el pueblo tiene mucho que ver con su educación única.
Hijo de Xi Zhongxun, ex viceprimer ministro y héroe comunista revolucionario, Xi no vivió entre comodidades cuando era un niño.
A partir de 1962, cuando su padre fue tratado injustamente y cayó en deshonra, Xi pasó por tiempos difíciles. Durante la Revolución Cultural (1966-1976), padeció hambre y humillación pública, perdió su hogar e incluso llegó a ser detenido en una ocasión.
A los 16 años, se ofreció voluntario para vivir en una pequeña aldea de la provincia noroccidental de Shaanxi como un "joven educado".
Fue en esa zona de la Meseta de Loes donde los revolucionarios comunistas, incluido su padre, se alzaron y formaron la Nueva China.
La vida en aquella aldea era dura para un joven de ciudad. Al principio, las moscas le molestaban tanto que ni siquiera podía dormir. En los campos de Shaanxi tuvo que hacer todo tipo de trabajos manuales, cargando estiércol, tirando de carros de carbón, cultivando la tierra y construyendo depósitos de agua.
A medida que fue pasando el tiempo, el trabajo duro se hizo fácil. Xi se convirtió en un joven capaz y trabajador a ojos de los vecinos de la aldea. Se ganó su confianza hasta tal punto que llegó a ser elegido jefe del Partido en la aldea.
Dirigió a los agricultores en las labores de refuerzo de los márgenes del río para prevenir la erosión, organizó una pequeña cooperativa de herreros y construyó un tanque de metano que fue el primero en la provincia de Shaanxi.
En una ocasión recibió un triciclo a motor como premio por haberse comportado como un "joven educado modelo". Sin embargo, cambió el triciclo por un motocultor, una trituradora de harina y herramientas de cultivo para los vecinos de la aldea.
Aunque no iba a la escuela, Xi nunca dejó de leer. Trajo un baúl de libros a la aldea y siempre estaba leyendo "libros tan gordos como ladrillos", recuerdan los habitantes de Liangjiahe.
Durante los siete años que pasó en la provincia estableció estrechos lazos con los residentes de la aldea. Cuando le recomendaron para que pudiera ingresar en la Universidad Tsinghua en 1975, todos los aldeanos le siguieron para despedirle y una docena de jóvenes caminaron más de 30 kilómetros para acompañarle a la sede del distrito, donde iniciaría su viaje a Beijing.
Xi nunca olvidó a los vecinos de Liangjiahe. Incluso después de haberse marchado a la capital, les ayudó a acceder al suministro eléctrico, construir un puente y renovar una escuela primaria.
Cuando era jefe del Partido en la ciudad de Fuzhou, volvió a la aldea y fue puerta a puerta visitando a sus antiguos vecinos. A los más mayores les dio algo de dinero, y a los niños les regaló mochilas, material para escribir y despertadores. Cuando un agricultor enfermó, Xi le llevó a Fujian asumiendo todos los gastos para que pudiera tener acceso a un mejor tratamiento médico.
Los años que pasó trabajando junto a los aldeanos le permitieron conocer mejor el campo y a los agricultores. Xi afirmó en una ocasión que los dos grupos de personas que más le han ayudado en la vida son los revolucionarios veteranos y la gente con la que vivió en aquel pueblo de Shaanxi.
Llegó a la aldea como un adolescente algo perdido y lo abandonó siendo un joven de 22 años decidido a hacer algo por el pueblo.
Su afecto por la gente común influyó en algunas de sus decisiones más importantes. En la década de 1980, cuando muchos de sus contemporáneos estaban convirtiéndose en empresarios o estaban viajando al extranjero para estudiar, Xi renunció a un cómodo trabajo de oficina en Beijing para trabajar como subjefe del Partido en un pequeño distrito de la provincia septentrional de Hebei. Más adelante se convirtió en el jefe del Partido de la prefectura de Ningde, en la provincia suroriental de Fujian, que en aquellos tiempos era una de las regiones más pobres del país.
A lo largo de su carrera política, Xi interactuó con la gente común allá donde trabajó, pasando una tercera parte de su tiempo en inspecciones y giras de estudio.
En Ningde, a veces viajaba durante días siguiendo los caminos de montaña hasta llegar a los lugares más remotos. El camino era tan irregular que tenía que esperar a que se le pasara el dolor de espalda para poder bajarse del vehículo. En una ocasión andó casi cinco horas por un difícil camino de montaña para llegar a un pueblo llamado Xiadang, que en aquellos tiempos no estaba conectado a la red de carreteras. Una vez allí recibió una cálida acogida por parte de los aldeanos, que aseguraron que Xi era "la persona de mayor rango que había visitado nunca el pueblo".
También ayudó a miles de agricultores de Ningde a reparar casas de paja y dio consejos a los pescadores para que pudieran vivir mejor en esas tierras.
Cuando era jefe del Partido en Fuzhou, capital de la provincia de Fujian, fue el primero en establecer un mecanismo para que los funcionarios se encontraran cara a cara con los peticionarios. Xi fue introduciendo este mismo mecanismo en todos los lugares en los que trabajó posteriormente.
En una ocasión se reunió junto con otros altos funcionarios con un grupo de más de 700 peticionarios de Fuzhou en dos días.
Cuando trabajaba en la provincia oriental de Zhejiang, poco antes de la Fiesta de Primavera (Año Nuevo Lunar chino) de 2005, descendió a una mina de carbón a unos 1.000 metros bajo tierra y caminó más de 1.500 metros en un pozo estrecho e inclinado para visitar a los mineros y comprobar sus condiciones laborales.
Xi también otorga importancia a la comunicación con el pueblo a través de los medios de comunicación. Tanto es así que llegó a escribir 232 artículos con el seudónimo "Zhexin" para una columna del periódico Zhejiang Daily en la que hablaba de los problemas diarios de la gente común.
A pesar de su carácter templado, Xi se muestra muy severo a la hora de controlar a los funcionarios para evitar que perjudiquen los intereses de la gente común. Durante una investigación sobre un proyecto de construcción de viviendas ilegal en Ningde, se enfadó y golpeó la mesa diciendo "¿Ofendemos a miles de funcionarios o fallamos a millones de personas?". Además, algunos funcionarios de Zhejiang fueron castigados bajo su liderazgo por no haber cumplido con sus deberes.
Su estilo de trabajo le ganó el apodo de "secretario del pueblo".
"Los funcionarios deberían amar al pueblo como aman a sus padres, trabajar en beneficio suyo y llevarles a la prosperidad", dijo Xi.
UN LÍDER CON VISIÓN DE FUTURO
Recientemente, Xi ha demostrado un fuerte sentido de la responsabilidad hacia el futuro de la nación y ha expresado su determinación de impulsar la reforma y la apertura.
A lo largo de su carrera política, la gente ha podido comprobar su capacidad de anticipación y su determinación, así como su voluntad de sacrificar el beneficio personal y la fama efímera por una causa mayor.
Cuando trabajaba en Xiamen, una ciudad costera de Fujian, se encargó de elaborar el borrador de un plan de desarrollo para la ciudad para el periodo 1985-2000 e hizo campaña para que el gobierno central formulara políticas preferenciales. Ambas iniciativas siguieron beneficiando a la ciudad mucho después de que Xi abandonara su puesto en la provincia.
Cuando trabajaba en Zhengding, provincia de Hebei, llegó a sus oídos que el equipo de rodaje de "El Sueño del Pabellón Rojo", una teleserie basada en la popular obre literaria del mismo nombre, estaba buscando localizaciones para filmar, y enseguida vio la oportunidad de negocio. Propuso la construcción de un estudio de rodaje y decorado para la teleserie en Zhengding, que más tarde se convertiría en una atracción turística. Los ingresos recaudados por ésta superaron los diez millones de yuanes el mismo año de finalización del proyecto, cubriendo los gastos y generando beneficios. Por las instalaciones han pasado ya los equipos de rodaje de más de 170 películas y series de televisión, y atraen a más de 1,3 millones de turistas al año.
En Fuzhou, después de un intenso debate mantenido en 1992, diseñó junto a otros funcionarios un plan para la ciudad para los tres, ocho y veinte años siguientes. Todos los objetivos marcados en el plan fueron alcanzados hace años y algunas de las empresas que se establecieron o se trasladaron a Fuzhou cuando Xi era funcionario de la provincia han jugado un papel significativo en el desarrollo de la ciudad en las últimas dos décadas y siguen siendo líderes en sus respectivos sectores.
Durante su mandato como gobernador de Fujian, Xi fue el primer funcionario provincial del país en lanzar una campaña contra la contaminación alimentaria.
En 1999, planteó por primera vez la idea de mejorar las infraestructuras de telecomunicaciones e introducir las tecnologías de la información para ayudar al pueblo. A día de hoy, Fujian sigue siendo la única provincia de China en la que todos los hospitales están conectados mediante redes informáticas y comparten historiales médicos en formato digital.
En 2002, Fujian fue la primera provincia del país en lanzar la reforma del sistema de propiedad colectiva de los bosques.
Durante el mandato de Xi, Fujian también fue una de las primeras provincias de China en adoptar políticas especiales para restablecer el equilibrio ecológico y proteger el medio ambiente. Estas políticas han convertido a Fujian en la provincia con la mejor calidad del agua y del aire, además del mejor medio ambiente del país.
Tras ser transferido a la provincia de Zhejiang en 2002, Xi propuso diversas metas de desarrollo para la economía, la seguridad pública, la cultura, el medio ambiente y la ley.
También inició la reestructuración de la industria local, transformando el modelo de desarrollo extensivo y poco eficiente de la provincia, y animó a empresas de calidad de fuera de la provincia a invertir en Zhejiang.
Además, propuso un modelo de desarrollo que otorgara el mismo peso a la actividad manufacturera y al comercio basándose en las condiciones específicas de la provincia. También secundó los esfuerzos de las compañías locales por expandirse al extranjero y apoyó a las empresas emergentes establecidas por ciudadanos comunes.
Al mismo tiempo, promovió la cooperación entre Zhejiang, la vecina municipalidad de Shanghai y la provincia de Jiangsu para poner en pleno juego su potencial como centro económico integrado.
En 2004, bajo el liderazgo de Xi, Zhejiang intentó impulsar la democracia en los niveles de base. Los aldeanos de la provincia crearon comités de residentes para supervisar la actuación de los comités aldeanos del Partido, así como comités para administrar los asuntos públicos. Esta medida recibió una muy buena acogida por parte del público.
Los comités de supervisión de las aldeas, que se desarrollaron a partir del modelo de Zhejiang, fueron incluidos en 2010 en una enmienda a la Ley Orgánica de Comités de Aldeanos propuesta por el Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN, máximo órgano legislativo).
Shanghai fue el último cargo local que Xi ejerció antes de ser ascendido al liderazgo central. A pesar del tiempo relativamente corto que pasó en la capital financiera de China, dejó su impronta en la ciudad al promover la integración del delta del río Yangtse e impulsar el papel dirigente de Shanghai en la región.
Al lema oficial del Espíritu de Shanghai, "inclusión y excelencia", él añadió "tolerancia, prudencia, apertura y modestia". Los medios de comunicación en Shanghai hicieron hincapié en que se trataba de un ejemplo meditado y de alto nivel de la ciudad para el resto del mundo. Fuera de Shanghai, los cambios también tuvieron repercusión.
![]() |
| Imagen de archivo tomada en 1972 de Xi Jinping, regresando a su hogar para visitar a sus parientes cuando era estudiante. |
CONVERTIRSE EN LÍDER REQUIERE UN TRABAJO BIEN HECHO
"Las palabras vacías son perjudiciales para la nación, mientras que el trabajo práctico puede ayudarla a prosperar", dijo Xi durante una visita a la exposición "El camino hacia la revitalización", celebrada en Beijing, que realizó el decimoquinto día después de su elección como nuevo máximo líder del PCCh.
Para poner en marcha ese "trabajo práctico", Xi presidió una reunión del Buró Político del Comité Central del PCCh en la que se adoptaron ocho medidas para mejorar el estilo de trabajo del Partido y estrechar los vínculos con el pueblo. Las medidas incluían reunirse más a menudo con los ciudadanos, viajar ligero con un séquito reducido, acortar las reuniones y discursos y reducir los controles de tráfico destinados a facilitar la circulación de los convoys de funcionarios. Estas nuevas medidas fueron aplaudidas en China y en el extranjero.
"Sólo puede tomar las riendas alguien que ha hecho un buen trabajo", aseguró Xi, que ha exigido esfuerzos concretos para tratar los asuntos más importantes para los ciudadanos. Xi cree por muy bueno que sea un plan, si no se implementa no será más que un castillo en el aire.
Cuando sirvió en el distrito de Zhengding, en la provincia de Hebei, Xi dijo que el desarrollo de los recursos humanos era la clave para acabar con la pobreza y el retraso en la zona. Él mismo asumió esta tarea, invitando a profesionales al distrito y elaborando ofertas de empleo dirigidas a personal con talento de todo el país.
En el invierno de 1983, Xi viajó a Shijiazhuang, la capital provincial, para invitar a un experto en cosméticos a trabajar en Zhengding. Como no tenía la dirección detallada del experto, fue buscándole puerta a puerta hasta que se hizo de noche y finalmente le encontró al gritar su nombre cerca de su casa. Xi habló con el experto hasta la medianoche y terminó por convencerle de que se trasladara a Zhengding. En el primer año, el experto generó más de 300.000 yuanes en ingresos para el distrito.
Ese mismo año, Xi decidió publicar un documento en el que explicaba nueve maneras de encontrar y contratar a personal con talento, algo que era tan raro en aquellos tiempos que se convirtió en una noticia de primera página del periódico Hebei Daily. Xi escribió más de cien cartas a expertos y académicos, así como a universidades e institutos de investigación, y visitó personalmente a docenas de expertos. En dos años, Zhengding atrajo a 683 talentos y contrató a 53 conocidos expertos como asesores económicos.
Junto a Lu Yulan, entonces subjefa del Partido en Zhengding, Xi habló con las autoridades superiores sobre la excesiva carga a la que se enfrentaba el distrito debido a la obligatoria compra de grano a pesar de la gran presión que suponía plantear este tema. El asunto acabó por resolverse.
En Ningde, en la provincia de Fujian, Xi también se mostró práctico y realista. Agrupó recursos para implementar la acuacultura de la corvina amarilla, típica de la región, y con ello consiguió aumentar significativamente los ingresos de los agricultores locales.
Xi ordenó a las oficinas del Partido y del gobierno que dieran facilidades al pueblo. Cuando trabajaba en Fuzhou, defendió los principios de "procedimientos especiales para asuntos especiales" y "hagamos algo ahora" para mejorar la eficiencia del gobierno. Estos principios resultaron atractivos para varias empresas de Taiwan y ayudaron a impulsar la economía local. También propuso compilar dos manuales de procedimientos gubernamentales dirigidos a residentes y empresarios extranjeros.
En el año 2000, Xi inició una campaña en toda Fujian para mejorar la eficiencia del gobierno, proponiendo cambios en las funciones y medidas del gobierno para reducir el número de asuntos que requerían aprobación gubernamental. A finales de 2001, el número de asuntos que tenían que pasar por este tipo de proceso se había reducido un 40,4 por ciento, ó 606 asuntos.
En 2001, Fujian se convirtió en la primera provincia de China en implementar una política dirigida a divulgar los asuntos del gobierno.
En agosto de 2002, Xi publicó un artículo en un importante periódico sobre "La experiencia de Jinjiang" en el que subrayaba la importancia de la economía privada para el desarrollo del distrito. Ese mismo año, publicó un artículo sobre los esfuerzos de la ciudad de Nanping para enviar a funcionarios a trabajar en las aldeas. Esta práctica fue introducida más adelante en toda la provincia, mejorando los lazos entre los funcionarios y los agricultores y reorientando el trabajo de los funcionarios hacia los logros en los niveles de base.
En Zhejiang, Xi hizo hincapié en el desarrollo provincial en los ámbitos de la seguridad pública, el medio ambiente, la cultura, la ley y la economía marítima.
Para alcanzar estos objetivos, no sólo hizo todos los arreglos necesarios, sino que escogió una serie de casos de estudio. Para entender cómo las políticas provinciales afectaban a las localidades, se desplazó cinco veces a una aldea montañosa poco desarrollada llamada Xiajiang en menos de dos años.
Xi también prestó especial atención a la economía marítima. En diciembre de 2002, propuso convertir Zhejiang en una provincia con una fuerte economía marítima y formuló directrices y planes para conseguir esta meta. Desde entonces, la economía marítima de Zhejiang ha experimentado un rápido desarrollo, con un crecimiento anual del 19,3 por ciento. En 2005, este sector representaba casi un 8 por ciento de la economía de la provincia.
El actual líder del PCCh también impulsó la integración de los puertos de Ningbo y Zhoushan. En 2006, el puerto de Ningbo-Zhoushan tenía un rendimiento de 420 millones de toneladas de carga, situándose en el segundo lugar del ránking de China y entre los tres mayores del ránking mundial.
Además, Xi promovió la construcción del Puente de la Bahía de Hangzhou, un icono entre los puertos marítimos de China que en su momento fue también el puente marítimo más largo del mundo.
En 2003, Xi propuso que las comunidades rurales deberían asemejarse a las comunidades urbanas y dijo que se deberían hacer mayores esfuerzos para reduir la brecha de calidad de vida entre las zonas urbanas y las rurales.
La provincia de Zhejiang logró materializar las metas de desarrollo una por una durante el mandato de Xi. La provincia logró la mejor calificación en ecología y medio ambiente de todas las regiones a nivel provincial del país en 2005. En 2006, el 94,77 por ciento de los residentes locales estaban satisfechos con la seguridad pública de la provincia, una de las más seguras del país.
También durante el mandato de Xi, el PIB de la provincia excedió el billón de yuanes en 2004. El PIB per cápita superó los 3.000 dólares en 2005 y se situó en alrededor de 4.000 dólares en 2006. La provincia se situó en 2006 en el cuarto puesto en el ránking de desarrollo sostenible, después de Shanghai, Beijing y Tianjin.
Además, todos los distritos y poblados de Zhejiang afectados por la pobreza empezaron a salir de esa situación durante aquel periodo.
En 2007, Xi fue nombrado secretario del comité muncipal del PCCh en Shanghai.
Un mes después de su nombramiento, Xi llevó a cabo una investigación sobre las condiciones de vida de la población, el desarrollo, la Exposición Universal de Shanghai y la lucha contra la corrupción. El IX Congreso Municipal del PCCh de Shanghai, que se celebró con éxito, dio un nuevo impulso a los funcionarios locales, reconstruyó la imagen de Shanghai y perfiló el plan de desarrollo de la ciudad para los cinco años siguientes.
Xi ha afirmado que un jefe del Partido en un distrito debería visitar todas sus aldeas, un jefe del Partido en una ciudad debería conocer todos sus poblados y un jefe del Partido en una provincia debería viajar a todos sus distritos y ciudades.
En su caso, viajó a todas las aldeas de Zhengding. En Ningde, visitó nueve distritos en sus primeros tres meses de mandato y más adelante se desplazó a la mayoría de los pueblos. Después de ser transferido a Zhejiang en 2002, visitó sus 90 distritos en poco más de un año. Durante su mandato en Shanghai, visitó los 19 distritos en siete meses. Al incorporarse a las autoridades centrales, visitó las 31 provincias, regiones y municipalidades de la parte continental.
UN LÍDER QUE ASPIRA A UN MUNDO MEJOR
Durante un encuentro reciente con un grupo de expertos extranjeros, Xi dijo que China, como una nación responsable, no sólo manejará sus propios asuntos, sino que tratará de una forma adecuada sus relaciones con el resto del mundo para fomentar un mejor entorno exterior y hacer una mayor contribución a la paz y al desarrollo del mundo.
"China necesita saber más del mundo, y el mundo también saber más de China", dijo Xi. Trabajando tanto en los niveles locales como en el nivel central, Xi concede gran importancia a los intercambios internacionales y al establecimiento de vínculos amistosos con ciudadanos extranjeros. Xi ha aprovechado cualquier oportunidad para mantener encuentros con los invitados extranjeros que visitan China.
En los últimos cinco años, ha viajado a más de cuarenta países y regiones en los cinco continentes y ha mantenido un dilatado contacto con gente de todos los estratos. Xi ha explicado a sus amigos extranjeros de una manera franca y honesta cómo ve el pueblo chino su propio país y el mundo, y siempre está dispuesto a escuchar sus opiniones. A los ojos de muchos dirigentes extranjeros, Xi es un líder seguro de sí mismo, sagaz y amigable.
Xi suele decir a sus amigos extranjeros que la comunidad internacional ha ido convirtiéndose en una comunidad integrada con un destino común. El rápido y continuo desarrollo de China depende de la paz y el desarrollo mundiales. También ofrece una oportunidad y un espacio para otros países para que juntos puedan alcanzar resultados de beneficio mutuo y el desarrollo común a través del respeto mutuo y la cooperación pragmática.
En el Foro sobre la Paz Mundial, organizado en la Universidad Tsinghua en julio de 2012, Xi destacó que un país debe dejar que otros se desarrollen mientras busca su propio desarrollo, debe hacer que los otros se sientan seguros cuando busca su propia seguridad, debe dejar que los otros vivan mejor cuando él mismo quiere vivir mejor. En un encuentro en Singapur con Lee Kuan Yew, Xi dijo que no todos los países fuertes buscarán la hegemonía. China seguirá su camino de desarrollo pacífico, apostará por una estrategia de apertura de beneficio mutuo y mantendrá la promesa de no buscar nunca la hegemonía, ni ahora ni en el futuro.
Las visitas al extranjero de Xi han mandado señales a los países de que deberían trabajar juntos para establecer una asociación global más igualitaria y equilibrada para así salvaguardar los intereses comunes de todos los seres humanos y mejorar el mundo.
Durante su visita de cinco días a Estados Unidos, Xi participó en 27 eventos y mantuvo reuniones tanto con políticos estadounidenses como con gente normal. "Siempre que las partes china y estadounidense capten el hilo del interés común, podrán explorar una nueva asociación para que las grandes potencias convivan en armonía, interactúen de manera positiva y alcancen una cooperación de beneficio mutuo". Sus comentarios tuvieron una respuesta positiva de todos los círculos de Estados Unidos.
En un encuentro reciente con el ex presidente estadounidense Jimmy Carter, Xi instó a inyectar más "energía positiva" a la asociación China-Estados Unidos.
Durante su visita a Rusia, Xi resaltó la gran importancia que China concede al desarrollo de las relaciones bilaterales. También destacó que la asociación estratégica de coordinación sino-rusa se ha convertido en la más estrecha, la más dinámica y la más profunda de las relaciones entre grandes potencias, y el desarrollo de las relaciones con Rusia siempre ha sido una prioridad en las relaciones exteriores de China. Xi acudió a un segundo encuentro del mecanismo de diálogo entre los partidos gobernantes de China y Rusia y mantuvo una amplia y profunda discusión con los líderes de varias formaciones políticas rusas, enriqueciendo así las relaciones sino-rusas.
Xi valora mucho las relaciones con los países en vías de desarrollo. Ha dicho que la consolidación y el desarrollo de las relaciones con estas naciones es a la vez un punto de partida y un objetivo de la política exterior de China.
En Sudáfrica, Xi acudió a la cuarta sesión plenaria de la Comisión Binacional China-Sudáfrica, con el objetivo de buscar, junto a la parte sudafricana, un futuro brillante para la cooperación bilateral.
En un discurso pronunciado en un seminario conmemorativo del décimo aniversario de la creación del Foro de Cooperación China-África (FOCAC, siglas en inglés), Xi subrayó la amistad con África y enfatizó que "en la necesidad se conoce al amigo".
En Arabia Saudí, Xi dijo que una China más próspera y abierta ofrecerá grandes oportunidades de desarrollo a Oriente Medio y los países del Golfo.
En Chile, Xi propuso que China y América Latina deben ser buenos socios en los campos de la política, la economía, la cultura y los asuntos internacionales de cara a la próxima década.
En la escena internacional, Xi se ha mostrado pragmático y eficiente. En sólo un día, mientras acudía a la celebración del 150º aniversario de la unificación de Italia, Xi intercambió ideas con los líderes de más de veinte países y organizaciones internacionales. Durante su visita a Alemania y a otros cuatro países europeos, Xi acudió a cinco ceremonias de firma de acuerdos económicos y comerciales, seis foros económicos y comerciales, e impulsó la firma de 93 acuerdos de cooperación que suponen un total de 7.400 millones de dólares.
Xi ha enfatizado el papel de los intercambios culturales en la construcción de un mundo armonioso. En la Feria del Libro de Francfort en 2009 dijo que a través de los intercambios entre las distintas culturas, la gente de diferentes países ha llegado a conocer a Confucio de China, a Goethe de Alemania y a Shakespeare de Reino Unido. La promoción de los intercambios culturales favorece el progreso humano y el desarrollo de un mundo pacífico.
En su visita a Rusia, Xi lanzó el "Año del Chino" junto a Vladimir Putin, con el Kremlin como telón de fondo. "A través de los intercambios, la cultura se enriquece, los corazones se conectan y la amistad se profundiza", dijo en su discurso.
Xi sabe extraer sabiduría de la cultura china y plantear ideas de una forma clara y directa y con una actitud cercana. Durante su visita a Estados Unidos, tomó prestadas unas líneas de la canción de la serie de televisión china "El Rey Mono" para distender las relaciones bilaterales. "El camino está justo debajo de nuestros pies", dijo para describir las relaciones "sin precedentes" entre China y Estados Unidos, mostrando la confianza y el coraje de los líderes chinos.
Al responder a las preguntas sobre los derechos humanos en China, Xi dijo que "no existe una situación óptima, pero siempre habrá una mejor". Xi subrayó que las condiciones de cada país son diferentes, por lo que los caminos también lo son. "No importa que el zapato calze o no, sólo el que lo lleva lo sabe".
La concordia entre los pueblos es la clave para unas relaciones sanas entre los estados. Xi afirmó que el nivel de amistad entre los estados depende de la amistad entre los pueblos. durante sus viajes diplomáticos, Xi les ha dijo de forma distentida a los funcionarios de exteriores de los países que ha visitado que la vida está en el movimiento y la diplomacia reside en la actividad. Xi quería decir, en otras palabras, que los diplomáticos deben viajar mucho y hacer muchos y buenos amigos.
Durante su visita a Laos, participó en un encuentro con los hijos de uno de los últimos líderes del país, Quinim Pholsena. Xi compartió experiencias con los hijos de Pholsena que vivieron y estudiaron en Beijing, que rememoraron sus días en la Escuela Bayi. Xi incluso recordó que al segundo hijo de Pholsena se le conocía por el mote de "gordito".
En su visita a Estados Unidos, Xi viajó a Iowa para reunirse con una docena de viejos conocidos para tomar té y conversar en una casa de una comunidad granjera de la zona. Muchos de los que asistieron a la reunión eran amigos que hizo Xi durante su visita a la región como miembro de una delegación de investigación agrícola en 1985.
En Rusia, Xi visitó el centro infantil en el que se alojaron algunos estudiantes chinos afectados por el terremoto de Wenchuan en 2008 y agradeció al personal el trato que les dispensaron.
Xi probó el fútbol gaélico en el Estadio Croke de Dublín cuando visitaba Irlanda y presenció un partido de la NBA en Estados Unidos. Los medios de comunicación describieron ambas actividades como una muestra de su imagen amigable.
"No sólo ha tenido éxito en mostrar su forma de ser y su comportamiento, sino que también refleja el encanto del desarrollo económico y el progreso social de China", comentó un medio de comunicación extranjero.
HIJO DE FAMILIA REVOLUCIONARIA Y MARIDO ATENTO
El padre de Xi Jinping, Xi Zhongxun, fue un líder del Partido y del Estado. Xi Zhongxun fue presidente de la Región Fronteriza Shaan-Gan, una base revolucionaria del PCCh de la década de 1930, y fue calificado por Mao Zedong como un "líder del pueblo".
Desde 1962, Xi Zhongxun fue perseguido políticamente durante 16 años. Sin embargo, nunca se rindió ante la adversidad y finalmente ayudó a limpiar los nombres de otras personas que habían sido perseguidas. Tras la Revolución Cultural (1966-1976), fue jefe del Partido en Guangdong, la región puntera de la campaña de reforma y apertura de China, e hizo importantes contribuciones a la creación y el rápido desarrollo de las zonas económicas especiales en la provincia.
La madre de Xi, Qi Xin, de cerca de 90 años, también es un cuadro veterano y miembro del Partido. Xi, dando muestras de afecto filial, pasea y habla con ella cogiéndola de la mano después de cenar siempre que encuentra tiempo para visitarla.
La familia de Xi tiene la tradición de ser estricta con sus hijos y llevar una vida simple. Xi Zhongxun creía que si un alto funcionario del Partido quería disciplinar a otros, debía empezar por él mismo y su familia. Xi Jinping y su hermano menor solían llevar la ropa y los zapatos de sus hermanas mayores. Después de que Xi Jinping se convirtiera en un alto funcionario, su madre convocó una reunión familiar para prohibir a sus hermanos que hicieran negocios en las áreas donde Xi trabajaba.
Xi Jinping siempre insiste en la tradición familiar y es estricto con sus familiares. Dondequiera que trabajara, exigió a sus familiares que no hicieran ni negocios ni ninguna otra cosa en su nombre, asegurándoles que "sería implacable" si no cumplían con este requisito. Fuese en Fujian, Zhejiang o Shanghai, prometió en varias reuniones que no dejaría que nadie se beneficiara personalmente usando su hombre y aseguró que estaba más que dispuesto a ser supervisado en este sentido.
Xi se casó con Peng Liyuan, una conocida y popular soprano y cantante de ópera. En 1980, Peng, en representación de la delegación provincial de Shangdong, causó un gran revuelo cuando asistió a una representación artística nacional en Beijing.
Peng fue la primera persona en China en obtener una título de máster en música vocal tradicional china y es una figura representativa de esta escena artística, además de uno de los miembros fundadores de la escuela de música vocal tradicional.
Entre sus obras más conocidas se encuentran "En los campos de la esperanza", "La gente de nuestra aldea", y "Somos el río Amarillo y la montaña Taishan".
Peng se alzó con el primer premio en muchos importantes concursos de música vocal tradicional. Representó el papel protagonista en numerosas obras de ópera tradicional china como "La muchacha de pelo blanco" y "Mulan", y recibió el máximo galardón del teatro de China, La Flor de Ciruelo, y el máximo premio a la actuación artística del país, el Premio Wenhua.
Peng ha atribuido sus logros a la gente, y ha declarado que debería ser ella quien contribuyera al pueblo con su talento. Durante los últimos más de 30 años, ha actuado en cientos de ocasiones para públicos de las más diversas clases y por todo el país como expresión de gratitud y aprecio, desde las áreas mostañosas más desfavorecidas a la costa, desde campos petrolíferos y minas, hasta barracones militares, en desiertos y llanuras nevadas. También ha subido el escenario en ocasiones de gran dolor nacional, como el devastador terremoto de 2008 en Wenchuan, o en Xiaotangshan, Beijing, tras el estallido del SARS (síndrome respiratorio agudo severo), o en Jiujiang, provincia de Jiangxi, después de que le zona fuese golpeada por terribles inundaciones.
Con el objetivo de dar a conocer la música vocal tradicional y la ópera china al mundo, Peng tomó la iniciativa de realizar un concierto en solitario en Singapur en 1993, y ha actuado en más de 50 países y regiones representando a China, convirtiéndose en una embajadora cultural de fama mundial del país.
Peng produjo y desempeñó un papel principal en la ópera "Mulan", que fue representada en el Centro Lincoln de Nueva York para las Artes Escénicas y en la Ópera Estatal de Viena en Austria, actuaciones por las cuales fue galardonada.
En la actualidad, Peng está desviando sus esfuerzos cada vez más desde la actuación hacia la educación, con el propósito de descubrir a más talentos y producir más obras maestras.
Peng está muy comprometida con las actividades benéficas. Es embajadora de Buena Voluntad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la Tuberculosis y el VIH/SIDA, Estandarte Nacional de la prevención del SIDA y embajadora de la prevención de la delincuencia juvenil y del control del tabaquismo en China. Durante una actividad organizada recientemente con motivo del Día Mundial del SIDA para aumentar el nivel de concienciación sobre esta enfermedad, huérfanos del SIDA la llamaron "mamá Peng".
Xi y Peng se enamoraron a primera vista en 1986 y se casaron ese mismo año. Aunque solían estar separados por el trabajo, se han entendido y apoyado mutuamente y han hecho todo lo posible por cuidar el uno del otro.
Como miembro del Ejercito Popular de Liberación, Peng ha recibido en numerosas ocasiones la orden de subir al escenario en áreas remotas, en las cuales, a veces, debía permanecer durante dos o tres meses. Xi se preocupa por su esposa y, cuando las condiciones lo permiten, la llama al menos una vez al día antes de irse a dormir, sin importar lo tarde que sea.
En la víspera del Año Nuevo Lunar chino, Peng solía participar en las actuaciones de la Gala de la Fiesta de Primavera de la Televisión Central de China (CCTV). Xi solía hacer empanadillas chinas mientras veía el espectáculo y esperaba a que volviera para empezar a cocinar el banquete familiar.
A los ojos de Peng, Xi es un buen marido y un buen padre. Ella siempre muestra atención y consideración hacia él. Peng aprovecha cada oportunidad para reunirse con su marido y le prepara exquisitos platos de diversos estilos.
Para Peng, Xi es a su vez diferente de cualquier otra persona y una persona común. Le gusta comer platos caseros al estilo de Shaanxi y Shandong, y también tomar una copa durante las fiestas con los amigos. Sus deportes favoritos son la natación y el alpinismo y ve los partidos de baloncesto, fútbol y los combates de boxeo. A veces se queda despierto hasta muy tarde para ver un programa deportivo en televisión.
La pareja tiene una hija, Xi Mingze. En chino, Mingze significa "llevar una vida honesta y ser una persona útil para la sociedad", que es una de sus esperanzas y un símbolo del estilo de vida simple de su familia.
|
|
Tweet |
|

