Según se ha sabido, un pederasta español condenado en 2011 a 30 años de cárcel por abusar de 11 niños en Marruecos fue liberado el pasado martes, gracias a un indulto real. Al parecer, Daniel Galván, maestro jubilado español que se había instalado en la ciudad de Kenitra en 2005, fue arrestado en diciembre del 2010, después de encontrarse en su poder un CD y dos USB con fotografías pornográficas en las que aparecía abusando de niños de 4 y 15 años. Lo cierto es que forma parte de un grupo de 48 reos españoles indultados por el rey Mohamed VI, una medida que según el Gabinete Real marroquí fue tomada en respuesta a una petición del rey Juan Carlos I durante su reciente visita a Marruecos.

Fuertes rumores de la colaboración del personaje que ahora se llama Daniel Galván y consta como catedrático de la universidad de Murcia, asociándolo a los servicios secretos españoles, no justifican la liberación de un elemento tan dañino socialmente. Cuando, además, es sabido que el mismo día de su puesta en libertad le arreglaron el pasaporte en la embajada española y, según fuentes marroquíes, pasó ese mismo día a España.

Ha caído a plomo la credibilidad de un Estado que condena y encarcela con la Ley Antiterrorista a quién le parezca, violando los Derechos Humanos, y los desplaza y aleja de su familia ejerciendo la mayor crueldad posible; que antepone los intereses financieros a los sociales en su Constitución; que paga sobresueldos con dinero sin declarar a sus mandatarios, mientras exige austeridad a la población obrera y les roba los derechos laborales adquiridos en pos de favorecer la explotación laboral; que discrimina ante el ejercicio judicial a sus habitantes, limitando el derecho a denunciar a quienes puedan pagar las tasas judiciales, y ahora libera y favorece el regreso de quién a atentado contra la libertad sexual de los más indefensos: de los menores.

Para ANC, la alternancia de los gobiernos del PSOE y PP en el gobierno de España sólo dan fe de un plan trazado a largo plazo contra la clase obrera que sigue ejecutándose con total impunidad, a pesar de que la prensa descubre constantemente casos de corrupción entre los políticos de estos partidos y los aspirantes a sucesores, ejerciendo la represión clásica de este Estado contra cualquier posible alzamiento popular. Lo que nunca fue de esperar es la actuación que los medios de prensa marroquíes han destapado, y ahora se hacen eco algunos españoles, de mediar para poner en libertad a un pedófilo condenado, lo que da a pensar que el personaje maneja información que podría hacer daño en las altas esferas del gobierno español. La cuestión es si es por colaborar en algún momento con los servicios secretos españoles, o si es que la información que maneja el sujeto es relativa a prácticas sexuales de algún mandatario durante sus viajes a Marruecos.

El monarca Alauí ya ha declarado que no sabía la amnistía que firmaba, pues fueron los servicios de información marroquíes los que le pusieron delante el grupo de 48 personas que tenían que ser indultadas, para conformar la relación diplomática con España. Sin embargo, en ANC vemos estupefactos cómo la casa real española no se manifiesta y el ministro de interior español guarda silencio al respecto. Lo cierto es que el mundo merece una explicación y buena, porque de no ser así la lógica sería la inmediata dimisión o cese de, al menos, el ministro español de interior.