Ya no se cortan un pelo en la creciente militarización de Canarias. A la ampliación de terrenos militares en Fuerteventura, primero en Pájara y luego en El Matorral, y a la creación de una unidad especial para intervenir en el Sahara, se suma ahora el anuncio del ejército colonial de que del 4 al 6 de junio van a realizar maniobras en Isla de Lobos, con dos helicópteros y 30 soldados. Y ello a pesar de que desde 1987, cuando se declara espacio natural protegido, está prohibido en esta isla este tipo de ejercicios.
Lo denominan "ejercicios de control de zona y protección de puntos sensibles". En estas maniobras militares de "instrucción y adiestramiento", el Ejército usará dos helicópteros y hasta un máximo de 30 soldados, "a pie por las vías autorizadas y respetando el medio ambiente", sin concretar el lugar de embarque y desembarque de las tropas.
El ejército de la metrópoli se ha limitado a remitir un correo electrónico al Cabildo Insular de Fuerteventura para "poner en conocimiento" su decisión, sin pedir permiso a la Consejería de Medio Ambiente como responsable de la gestión del Parque Natural de Isla de Lobos, con un Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) en vigor desde 2006 que prohibe explícitamente maniobras militares (salvo en casos de estado de sitio, alarma y excepción) y el vuelo, sobrevuelo y despegue en su territorio.
Lobos es una pequeña isla de unos 4,5 km² situada al noreste de Fuerteventura, de la que le separa el Estrecho de la Bocaina, cuya profundidad no excede de los 30 metros. Su nombre se debe a que en el pasado habitaban en la isla focas monje o fraile del mediterráneo (conocidas también como lobos marinos), ahora en peligro de extinción.
La isla entera está protegida y forma el Parque Natural de Isla de Lobos. Alberga más de 130 especies vegetales y varias especies de aves, destacando la gaviota argéntea, la avutarda (en determinadas épocas del año) y la pardela cenicienta. Los fondos marinos son área de reserva submarina y contienen una gran riqueza ecológica.
El Ministerio de Medio Ambiente del gobierno de la metrópoli ya denegó al Ayuntamiento de La Oliva y al Cabildo de Fuerteventura la delimitación de un espacio para acampadas para uso y disfrute de los canarios, además de rechazar la solicitud de mejora del entorno de las chozas que existen en la Isla.
El Ministerio de Medio Ambiente del gobierno de la metrópoli ya denegó al Ayuntamiento de La Oliva y al Cabildo de Fuerteventura la delimitación de un espacio para acampadas para uso y disfrute de los canarios, además de rechazar la solicitud de mejora del entorno de las chozas que existen en la Isla.
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