Un funcionario cubano recientemente mencionó un hecho que raras veces se menciona en los medios extranjeros, a saber, que el bloque económico –el eje de la política norteamericana hacia Cuba– hace daño a la economía cubana. ¿Quién lo iba a decir?
Durante una sesión del Grupo de Trabajo acerca del Derecho al Desarrollo en Ginebra, el representante cubano Juan Quintanilla dijo que según estimados conservadores, las pérdidas causadas por el bloqueo, hasta 2010, eran de $104 mil millones de dólares. [1]
Quintanilla no dijo si la cifra incluye daños provenient5es de otras Fuentes, pero en 1999 y 2000, tribunales cubanos valoró la responsabilidad de EE.UU. en $302 mil millones, tanto por el bloqueo económico como por ataques de todo tipo, sabotajes e invasión patrocinados por EE.UU. [2] Estados Unidos está en mora en el pago.
Estos estimados me vienen a la mente al leer que un bufete de Washington, D.C. está solicitando que el Congreso imponga un impuesto de 10% (“pago de usuario”) a las remesas a Cuba y a las transacciones de negocios entre Estados Unidos y Cuba a fin de que se puedan pagar unos $7 mil millones de dólares en reclamaciones por propiedades confiscadas en por el gobierno revolucionario de Cuba en 1959 y 1960.
Mauricio Tamargo, uno de los abogados, considera que la suma propuesta es una compensación justa por “propiedades robadas”. Él cree que significaría unos $200 millones al año. [3]
A diferencia de todos los otros países con reclamaciones, Estados Unidos rechazó la oferta de Cuba de pagar las reclamaciones por medio de un bono garantizado por las ventas de azúcar a Estados Unidos, que había sido un mercado garantizado por el sistema de cuota azucarera en vigor desde 1934. Eisenhower redujo y Kennedy prohibió todas las importaciones de azúcar desde Cuba, con lo que eliminó su capacidad para pagar la total e inmediata compensación que Estados Unidos exigía.
En 1972, la Comisión de Convenios de Demandas Extranjeras acordó una lista final de cerca de 6 000 reclamaciones certifica das; no han sido pagadas en 40 años.
LA idea del impuesto es improbable que prospere en el Congreso, aunque sea solo por la indignación que causaría entre dos importantes grupos de electores: los miles de cubanoamericanos concentrados en el premio electoral de la Florida que envían el grueso de las remesas familiares a Cuba, y las grandes corporaciones agrícolas que exportan a Cuba.
Imagine que ustedes son Alice Steinhart de la Llama (o sus herederos), que tienen una reclamación certificada de $130,000 por tierras en Cuba prerrevolucionaria. [4] Y supongan que ustedes descubren que tienen que ayudar a pagar su propia reclamación con un pago de 10% cada vez que envía dinero a un familiar en Cuba. [4] Y por cierto, ¿qué es lo que “usan” exactamente los que envían remesas familiares por lo cual deben pagar honorarios?
Además, el truco del pago de usuario no soluciona el problema. Estados Unidos nunca quiso en realidad que se pagaran las reclamaciones, sino que se mantuviera el hecho como un irritante. Las reclamaciones de expropiación son un asunto de gobierno a gobierno que se solucionan por medio de negociaciones. Tamargo y su bufete querrían que se privatizaran y pagaran las deudas tomando dinero de transacciones en efectivo que no están relacionadas a ningún uso directo de la propiedad expropiada o a ningún protocolo reconocido internacionalmente para lograr un acuerdo negociado.
El gobierno de EE.UU. tiene acceso a fondos cubanos congelados en instituciones financieras norteamericanas y en otras partes, pero no los ha hecho disponibles para satisfacer reclamaciones. La cantidad nunca ha sido calculada con exactitud y varía en el tiempo, según cuánto haya en fondos recientemente descubiertos o embargados. Sin embargo, en 2011, el Departamento del Tesoro informó que la cantidad era de $245 millones. Esta suma incluye fondos del gobierno cubano, así como fondos propiedad de ciudadanos cubanos, pero no incluye verdaderas propiedades. (El gobierno de EE.UU. ha bloqueado seis propiedades cubanas en la ciudad de Nueva York y en Washington, D.C.) [5]
Aparentemente, la firma de Tamargo apeló al pago de usuario como una manera de pagar compensación, ya que poco o nada de los fondos congelados existe. Gran parte de ellos ha sido saqueada periódicamente para pagar por orden de tribunales reclamaciones judiciales civiles. Esto incluye el pago a familiares de mercenarios norteamericanos que murieron en ataques a Cuba y durante la invasión por Bahía de Cochinos en 1961. Los pagos fueron decisiones políticamente motivadas, algunas por Bill Clinton y otras por George W. Bush, que pusieron los fallos de tribunales de Miami por encima de la lista de reclamantes certificados del Departamento de Justicia.
A pesar de que los fondos cubanos que pudieran ir a manos de los reclamantes están exhaustos en gran medida, Cuba y Estados Unidos pudieran negociar un acuerdo. ¿Cómo sería una negociación de tal tipo? Una simple cuenta pudiera sugerir que los cubanos pudieran aceptar sustraer los $7 mil millones de reclamaciones privadas de los $302,1 millones de las reclamaciones cubanas contra Estados Unidos. Si desestimamos el interés acumulado y la decadencia del dólar, Estados Unidos solo tendría que pagar a Cuba $224,1 mil millones. Parece bastante justo,
Pero no se sienten a esperar que Estados Unidos pague compensaciones en ninguna opción. Los antiguos esclavos no recibieron sus cuarenta acres y una mula después de la Guerra Civil, y Vietnam no recibió nada de los $3,3 mil millones para la reconstrucción prometidos por Richard Nixon mientras se salía de la guerra.
Pero para Cuba hay un nuevo universo de avance nacional con tranquilidad, teóricamente alcanzable por medio del derecho al desarrollo de la ONU. Por supuesto, la sola mención invita el ridículo reservado para tontos e inocentes que creyeron en la Tregua de Dios o el pacto Kellogg-Briand. No obstante, señalar siquiera la existencia de un concepto tal es subrayar cómo los bloqueos y otros mecanismos imperiales se encuentran en la base de la negativa del derecho al desarrollo nacional y no, como comúnmente se dice, un asunto de construcción de naciones o de promoción de la democracia.
Los países más débiles y pobres han tratado de convertir el Derecho al Desarrollo en una ley internacional desde que la Asamblea General de Naciones Unidas lo adoptó en 1986 (con la oposición de EE.UU.) y lo reafirmó en la declaración de Viena de 2003. La declaración de la Asamblea General decía en parte: “El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable por medio del cual cada persona humana y todos los pueblos tienen el derecho a participar, contribuir y disfrutar el desarrollo económico, social, cultural y político, en los cuales pueden realizarse por completo todos los derechos humanos y libertades fundamentales”. [6]
En esencia, el derecho al desarrollo está reafirmado como el prerrequisito para la realización de los derechos individuales económicos, sociales y políticos. Lo que Estados Unidos desea para Cuba es la estrangulación primero, y luego el desarrollo.
Estados Unidos y otras naciones ricas han bloqueado los esfuerzos para reconocer la validez del concepto. Diplomáticos de EE.UU. a menudo reconocen el derecho como un floreo retórico en discursos o como el derecho restringido de individuos a buscar riqueza personal y avanzar. Pero se teme que reconocerlo como un derecho soberano podría provocar demandas de los países pobres de que los ricos los ayuden a alcanzar medidas vagas o ilimitadas de desarrollo en salud pública, educación o incluso riqueza material
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 de la ONU incorporan el concepto de derecho al desarrollo y ofrecen un papel a las naciones desarrolladas en una “sociedad global para el desarrollo”. [7]
Si Estados Unidos fuera a tomar como guía los objetivos de desarrollo del milenio, apoyaría el comercio justo, condonación de la deuda, ayuda al desarrollo, acceso a productos farmacéuticos a –precios justos– y transferencias técnicas significativas a Cuba. [8]
Así que ya ven, no hay que pagar las reclamaciones de nadie. Cuba solo tiene que expresar su disposición a no dejar que la estrangulen y Estados Unidos solo necesita superar su temor a un estado comunista en trance de desarrollo.
Durante una sesión del Grupo de Trabajo acerca del Derecho al Desarrollo en Ginebra, el representante cubano Juan Quintanilla dijo que según estimados conservadores, las pérdidas causadas por el bloqueo, hasta 2010, eran de $104 mil millones de dólares. [1]
Quintanilla no dijo si la cifra incluye daños provenient5es de otras Fuentes, pero en 1999 y 2000, tribunales cubanos valoró la responsabilidad de EE.UU. en $302 mil millones, tanto por el bloqueo económico como por ataques de todo tipo, sabotajes e invasión patrocinados por EE.UU. [2] Estados Unidos está en mora en el pago.
Estos estimados me vienen a la mente al leer que un bufete de Washington, D.C. está solicitando que el Congreso imponga un impuesto de 10% (“pago de usuario”) a las remesas a Cuba y a las transacciones de negocios entre Estados Unidos y Cuba a fin de que se puedan pagar unos $7 mil millones de dólares en reclamaciones por propiedades confiscadas en por el gobierno revolucionario de Cuba en 1959 y 1960.
Mauricio Tamargo, uno de los abogados, considera que la suma propuesta es una compensación justa por “propiedades robadas”. Él cree que significaría unos $200 millones al año. [3]
A diferencia de todos los otros países con reclamaciones, Estados Unidos rechazó la oferta de Cuba de pagar las reclamaciones por medio de un bono garantizado por las ventas de azúcar a Estados Unidos, que había sido un mercado garantizado por el sistema de cuota azucarera en vigor desde 1934. Eisenhower redujo y Kennedy prohibió todas las importaciones de azúcar desde Cuba, con lo que eliminó su capacidad para pagar la total e inmediata compensación que Estados Unidos exigía.
En 1972, la Comisión de Convenios de Demandas Extranjeras acordó una lista final de cerca de 6 000 reclamaciones certifica das; no han sido pagadas en 40 años.
LA idea del impuesto es improbable que prospere en el Congreso, aunque sea solo por la indignación que causaría entre dos importantes grupos de electores: los miles de cubanoamericanos concentrados en el premio electoral de la Florida que envían el grueso de las remesas familiares a Cuba, y las grandes corporaciones agrícolas que exportan a Cuba.
Imagine que ustedes son Alice Steinhart de la Llama (o sus herederos), que tienen una reclamación certificada de $130,000 por tierras en Cuba prerrevolucionaria. [4] Y supongan que ustedes descubren que tienen que ayudar a pagar su propia reclamación con un pago de 10% cada vez que envía dinero a un familiar en Cuba. [4] Y por cierto, ¿qué es lo que “usan” exactamente los que envían remesas familiares por lo cual deben pagar honorarios?
Además, el truco del pago de usuario no soluciona el problema. Estados Unidos nunca quiso en realidad que se pagaran las reclamaciones, sino que se mantuviera el hecho como un irritante. Las reclamaciones de expropiación son un asunto de gobierno a gobierno que se solucionan por medio de negociaciones. Tamargo y su bufete querrían que se privatizaran y pagaran las deudas tomando dinero de transacciones en efectivo que no están relacionadas a ningún uso directo de la propiedad expropiada o a ningún protocolo reconocido internacionalmente para lograr un acuerdo negociado.
PIÑATA DE FONDOS CONGELADOS
El gobierno de EE.UU. tiene acceso a fondos cubanos congelados en instituciones financieras norteamericanas y en otras partes, pero no los ha hecho disponibles para satisfacer reclamaciones. La cantidad nunca ha sido calculada con exactitud y varía en el tiempo, según cuánto haya en fondos recientemente descubiertos o embargados. Sin embargo, en 2011, el Departamento del Tesoro informó que la cantidad era de $245 millones. Esta suma incluye fondos del gobierno cubano, así como fondos propiedad de ciudadanos cubanos, pero no incluye verdaderas propiedades. (El gobierno de EE.UU. ha bloqueado seis propiedades cubanas en la ciudad de Nueva York y en Washington, D.C.) [5]
Aparentemente, la firma de Tamargo apeló al pago de usuario como una manera de pagar compensación, ya que poco o nada de los fondos congelados existe. Gran parte de ellos ha sido saqueada periódicamente para pagar por orden de tribunales reclamaciones judiciales civiles. Esto incluye el pago a familiares de mercenarios norteamericanos que murieron en ataques a Cuba y durante la invasión por Bahía de Cochinos en 1961. Los pagos fueron decisiones políticamente motivadas, algunas por Bill Clinton y otras por George W. Bush, que pusieron los fallos de tribunales de Miami por encima de la lista de reclamantes certificados del Departamento de Justicia.
SÁQUENLO DE LO QUE NOS DEBEN
A pesar de que los fondos cubanos que pudieran ir a manos de los reclamantes están exhaustos en gran medida, Cuba y Estados Unidos pudieran negociar un acuerdo. ¿Cómo sería una negociación de tal tipo? Una simple cuenta pudiera sugerir que los cubanos pudieran aceptar sustraer los $7 mil millones de reclamaciones privadas de los $302,1 millones de las reclamaciones cubanas contra Estados Unidos. Si desestimamos el interés acumulado y la decadencia del dólar, Estados Unidos solo tendría que pagar a Cuba $224,1 mil millones. Parece bastante justo,
Pero no se sienten a esperar que Estados Unidos pague compensaciones en ninguna opción. Los antiguos esclavos no recibieron sus cuarenta acres y una mula después de la Guerra Civil, y Vietnam no recibió nada de los $3,3 mil millones para la reconstrucción prometidos por Richard Nixon mientras se salía de la guerra.
Pero para Cuba hay un nuevo universo de avance nacional con tranquilidad, teóricamente alcanzable por medio del derecho al desarrollo de la ONU. Por supuesto, la sola mención invita el ridículo reservado para tontos e inocentes que creyeron en la Tregua de Dios o el pacto Kellogg-Briand. No obstante, señalar siquiera la existencia de un concepto tal es subrayar cómo los bloqueos y otros mecanismos imperiales se encuentran en la base de la negativa del derecho al desarrollo nacional y no, como comúnmente se dice, un asunto de construcción de naciones o de promoción de la democracia.
Los países más débiles y pobres han tratado de convertir el Derecho al Desarrollo en una ley internacional desde que la Asamblea General de Naciones Unidas lo adoptó en 1986 (con la oposición de EE.UU.) y lo reafirmó en la declaración de Viena de 2003. La declaración de la Asamblea General decía en parte: “El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable por medio del cual cada persona humana y todos los pueblos tienen el derecho a participar, contribuir y disfrutar el desarrollo económico, social, cultural y político, en los cuales pueden realizarse por completo todos los derechos humanos y libertades fundamentales”. [6]
En esencia, el derecho al desarrollo está reafirmado como el prerrequisito para la realización de los derechos individuales económicos, sociales y políticos. Lo que Estados Unidos desea para Cuba es la estrangulación primero, y luego el desarrollo.
Estados Unidos y otras naciones ricas han bloqueado los esfuerzos para reconocer la validez del concepto. Diplomáticos de EE.UU. a menudo reconocen el derecho como un floreo retórico en discursos o como el derecho restringido de individuos a buscar riqueza personal y avanzar. Pero se teme que reconocerlo como un derecho soberano podría provocar demandas de los países pobres de que los ricos los ayuden a alcanzar medidas vagas o ilimitadas de desarrollo en salud pública, educación o incluso riqueza material
Los Objetivos de Desarrollo del Milenio para 2015 de la ONU incorporan el concepto de derecho al desarrollo y ofrecen un papel a las naciones desarrolladas en una “sociedad global para el desarrollo”. [7]
Si Estados Unidos fuera a tomar como guía los objetivos de desarrollo del milenio, apoyaría el comercio justo, condonación de la deuda, ayuda al desarrollo, acceso a productos farmacéuticos a –precios justos– y transferencias técnicas significativas a Cuba. [8]
Así que ya ven, no hay que pagar las reclamaciones de nadie. Cuba solo tiene que expresar su disposición a no dejar que la estrangulen y Estados Unidos solo necesita superar su temor a un estado comunista en trance de desarrollo.
NOTAS
[1] Prensa Latina, 08/05/12,
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=504683
&Itemid=1.
http://www.prensa-latina.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=504683
&Itemid=1.
[2] Inter Press Service (IPS), 02/06/99,
http://ipsnews.net/news.asp?idnews=79414; Sitio web del Ministerio de Relaciones
Exteriores (MINREX),
http://www.cubaminrex.cu/english/Terrorism/Articulos/CubaDenounces/Claims.ht
ml.
http://ipsnews.net/news.asp?idnews=79414; Sitio web del Ministerio de Relaciones
Exteriores (MINREX),
http://www.cubaminrex.cu/english/Terrorism/Articulos/CubaDenounces/Claims.ht
ml.
[3] Miami New Times, 16/03/12,
http://blogs.miaminewtimes.com/riptide/2012/03/cuba_owes_us_7_billion_for_fo
r.php. Tamargo fue nombrado por George W. Bush en la Comisión de Convenios de Demandas Extranjeras y antes de eso había sido parte del personal de la representante anticastrista Ileana Ros-Lehtinen (republicana por la Florida).
http://blogs.miaminewtimes.com/riptide/2012/03/cuba_owes_us_7_billion_for_fo
r.php. Tamargo fue nombrado por George W. Bush en la Comisión de Convenios de Demandas Extranjeras y antes de eso había sido parte del personal de la representante anticastrista Ileana Ros-Lehtinen (republicana por la Florida).
[4] La lista de demandantes se encuentra en la Comisión de Convenios de Demandas Extranjeras,
http://www.justice.gov/fcsc/readingroom/ccp-listofclaims.pdf.
http://www.justice.gov/fcsc/readingroom/ccp-listofclaims.pdf.
[5] Informe de Valores Terroristas, 2011, Oficina de Control de Valores Extranjeros (OFAC),
http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/Programs/Documents/tar2011
.pdf.
http://www.treasury.gov/resource-center/sanctions/Programs/Documents/tar2011
.pdf.
[6] Diálogo acerca de la Globalización, Friedrich-Ebert-Stiftung, 23/07/06,
http://www.fes-globalization.org/publicationsGeneva/FESOccPapers23.pdf.
http://www.fes-globalization.org/publicationsGeneva/FESOccPapers23.pdf.
[7] Programa de Desarrollo de la ONU, Objetivos de Desarrollo del Milenio,
http://www.undp.org/content/undp/en/home/mdgoverview/.
http://www.undp.org/content/undp/en/home/mdgoverview/.
[8] Esto es parte del objetivo #8, ver proyecto del Milenio,
http://www.unmillenniumproject.org/goals/gti.htm#goal8.
http://www.unmillenniumproject.org/goals/gti.htm#goal8.
[Fuente: Progreso Semanal]
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