Este lunes, en el sur de Afganistán ocho criminales de la banda terrorista OTAN han sido eliminados por la cada vez más fuerte y audaz resistencia afgana.

Al parecer, la explosión de un tanque perteneciente a la banda del atlántico norte, en la ciudad de Mohamad Agha, en la provincia de Lawgar, provocó la muerte de tres de sus ocupantes, al tiempo que dejo a otros dos heridos.

Además, en la noche del domingo otro tanque había sido explotado por los guerrilleros en Kajaki, provincia de Helmand, aniquilando de una vez a cinco psicópatas de la alianza.

Por el momento la OTAN no ha hecho declaraciones al respecto ni para confirmar ni para desmentir lo sucedido.

Crece el número de mercenarios de la OTAN que vuelven a sus países de origen en ataúdes, lo que provoca el rechazo a la invasión en los estados terroristas pertenecientes la banda.

En 2001, Estados Unidos invadió Afganistán bajo pretexto de encontrar al entonces líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, contratado, formado y financiado por la CIA en la época de la guerra sucia contra Unión Soviética. Tras once años de falsa búsqueda, EEUU y sus lacayos occidentales siguen ocupando el país asiático, con lo que Afganistán se ha transformado en el primer exportador de opio a nivel mundial, mientras su población sufre casi a diario torturas, violaciones y asesinatos por parte de los soldados invasores.

El régimen español sigue manteniendo a cerca de 1.200 criminales en apoyo a la OTAN y hace poco ofreció a Estados Unidos su colaboración financiera y militar para proseguir con la ocupación después de 2014, año fijado falsamente para la retirada oficial de la OTAN del devastado país.

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