El gobierno de Grecia está llevando a cabo un informe que es estrictamente confidencial y puede tensar aún más las difíciles relaciones entre Grecia y Alemania. Alemania debería a Grecia 162.000 millones de euros en concepto de reparaciones de guerra, como recoge el diario alemán Der Spiegel.
El Gobierno griego mantendría en secreto las conclusiones del informe para no incendiar más los ánimos en la calle. Este informe es fruto de meses de trabajo de una comisión de expertos del ministerio de Finanzas. Alemania considera las reparaciones de guerra un “asunto cerrado”, algo que ha recordado en más de una ocasión estos últimos años, pero Grecia lleva décadas pidiendo indemnizaciones por los daños que le infligió el Tercer Reich: ejecutó a miles de civiles, arrasó sus infraestructuras, y obligó al Gobierno griego a concederle préstamos multimi-llonarios que nunca fueron devueltos.
Alemania alega que ya ha saldado su deuda varias veces y de distintas formas, pero el informe que están llevando a cabo demostraría que la mayoría de esos pagos, que reducirían la deuda griega a la mitad, nunca llegaron a Atenas.
Grecia sufrió mucho durante la ocupación nazi. La débil economía del país sufrió la explotación económica implacable por los alemanes.Ya en la primavera de 1941 la economía nacional se encontraba arruinada y el país sufría escasez de combustible, alimentos, energía, semillas y forraje.
Materias primas y alimentos fueron requisados, y el gobierno colaboracionista se vio obligado a pagar el costo de la ocupación, dando lugar a la inflación, agravada por un "préstamo de guerra" que Grecia se vio obligada a conceder al Reich alemán. Alemania llevó a cabo en Grecia una explotación similar a la de otros territorios de Europa oriental, deseando obtener el máximo beneficio económico a corto plazo sin tener en cuenta las necesidades de la población.
Las requisiciones, junto con el bloqueo de los Aliados a Grecia, el estado ruinoso de las infraestructuras del país y el surgimiento de un notable mercado negro causaron la gran hambruna del invierno de 1941-42 en la se calcula que 300.000 personas murieron. De ellas, según cálculos de la Cruz Roja, 73.244 lo hicieron por hambre entre septiembre de 1941 y mayo de 1942. Las zonas montañosas, siempre dependientes de la producción de alimentos de las llanuras, sufrieron especialmente.
A pesar de la ayuda de los países neutrales, como Suecia y Turquía, la inmensa mayoría de los productos alimenticios iban a parar a manos de los funcionarios públicos y estraperlistas, que utilizan sus contactos con las autoridades de ocupación del Eje para "comprar" su ayuda y luego revenderla a la población desesperada a precios enormemente inflados. El gran sufrimiento y la presión del gobierno griego exiliado forzó a los británicos a levantar parcialmente el bloqueo y, desde el verano de 1942, la Cruz Roja Internacional fue capaz de distribuir suministros en cantidades suficientes.
El aumento de los ataques de los partisanos en los últimos años de la ocupación trajo como resultado un número de creciente de ejecuciones de civiles en represalia. En total, los alemanes ejecutaron a unos 21.000 griegos, los búlgaros, 40.000 y los italianos 9.000.
Los ejemplos más famosos en la zona alemana son los de la aldea de Kommeno, el 16 de agosto de 1943, donde 317 habitantes fueron ejecutados por la 1ª Gebirgs-Division y la aldea incendiada, la "Masacre de Kalavryta" , el 13 de diciembre de 1943, en el que tropas de la Wehrmacht de la 117 Jäger Division llevó a cabo el exterminio de toda la población masculina y la total destrucción posterior de la ciudad, y la "Masacre de Distomo" el 10 de junio de 1944, donde una unidad de la policía de la SS saqueó y quemó el pueblo de Distomo en Beocia, en la que murieron 218 civiles. Al mismo tiempo, en el curso de la campaña concertada contra los guerrilleros, cientos de aldeas fueron sistemáticamente incendiadas y casi un millón de griegos se quedaron sin hogar.
Otros dos actos de brutalidad notables fueron la matanza de tropas italianas en las islas de Cefalonia y Kos en septiembre de 1943, durante la toma alemana de las zonas de ocupación italiana. En Cefalonia, la división Acqui de 12.000 italianos fue atacada el 13 de septiembre por elementos de la 1ª Gebirgs-Division con apoyo de los Stuka, y obligada a rendirse el 21 de septiembre, después de haber sufrido unas 1.300 bajas. Al día siguiente, los alemanes comenzaron a ejecutar a sus prisioneros y no se detuvieron hasta fusilar a más de 4.500 italianos. Los cerca de 4.000 supervivientes fueron embarcados en buques para el continente, pero algunos de ellos se hundieron al chocar con minas en el Mar Jónico, muriendo otros 3.000.
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