Un mar de banderas tricolor ha inundado este domingo las calles de Madrid para conmemorar el aniversario de la II República y reclamar la III. La manifestación ha estado marcado por la alta afluencia de jóvenes que ha convertido la marcha en la más numerosa de los últimos años.

Sabían que la de este año podía ser una convocatoria especial y así ha sido. Como cada 14 de abril, el centro de Madrid ha vuelto a llenarse de banderas republicanas, pero en esta ocasión han sido más. Muchas más. La crisis que atraviesa la monarquía, salpicada por escándalos que van desde el "caso Urdangarín" hasta los opacos negocios de la amante del rey, han espoleado a miles de personas a echarse a la calle al grito de "España mañana será republicana".

La marcha, convocada como cada año por la Junta Estatal Republicana, que agrupa a medio centenar de organizaciones, ha contado en esta ocasión con el lema "Abajo el régimen monárquico, por la III República. Contra la impunidad del franquismo, no al pago de la deuda", miles de personas han recorrido este mediodía la distancia entre la Plaza de Cibeles y la Puerta del Sol de Madrid.

Un mar de banderas republicanas ondeando y cánticos de "la precariedad para su majestad" o "el próximo desahucio que sea en la Zarzuela" han marcado el inicio de la manifestación junto al Palacio de Cibeles. Los participantes han recorrido el trayecto hasta el kilómetro cero de Madrid. 

Un escenario instalado en la Puerta del Sol bajo una enorme bandera tricolor ha sido el punto de destino del recorrido. Sobre él han podido escucharse poemas de Miguel Hernández recitados por diferentes miembros de los colectivos organizadores y la música de Germán Copini, exvocalista de Siniestro Total y Golpes Bajos. Entre los lemas contra la monarquía y a favor de la república también han podido escucharse proclamas contra la gestión de la crisis económica por parte del Gobierno.

El manifiesto de la marcha comienza diciendo: "El régimen instaurado en la Transición estableció una Constitución coronada por una Monarquía corrupta heredera del régimen más sangriento que ha conocido nuestra historia, en la que los derechos sociales son una tomadura de pelo, las libertades fundamentales no están garantizadas y en el que galopa la corrupción política, institucional y empresarial como en la dictadura".