El Congreso de los Diputados español acata las órdenes de Mario Draghi, del Banco Central Europeo (BCE), que impone unas condiciones vergonzantes -y fascistas- a la "sede de la soberanía nacional" española. El banquero italiano y cabeza visible de las políticas de ultraderecha económica de la UE ha exigido comparecer a puerta cerrada ante la cámara el próximo 12 de febrero, y sin grabaciones, actas ni taquígrafos.

El jefazo europeo ha impuesto además el formato de su intervención, que abrirá el mismo con una primera intervención. Los portavoces de cada formación podrán intervinir luego sólo por espacio de seis minutos, y luego volverá a intervenir Draghi que cerrará respondiendo a los grupos parlamentarios.

Así lo comunicó el presidente del Congreso, Jesús Posada (PP), a los portavoces de los grupos parlamentarios, tras recibir la confirmación de Draghi y su "disposición" a reunirse con ellos.

Los diversos grupos de la cámara tampoco han sido informados del contenido de la intervención de Draghi, ni siquiera en líneas generales, ni de que hechos apocalípticos lleva a este representante de la troika a exigir tal secretismo.

Dos diputados de Izquierda Plural, Joan Coscubiela y Alberto Garzón, han anunciado que tuitearán la comparecencia a puerta cerrada del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi. Fuentes oficiales del Congreso señalan que no se puede impedir, pero que una vez que se produzca el hecho "ya se verá" las sanciones que se les aplican.

La indecencia del parlamento español plegándose a tal cacicada recuerda la de otros parlamentos europeos arrodillándose ante el nazi-fascismo.

Al acabar la reunión Mario Draghi dará una rueda de prensa en el Congreso.