La dictadura militar pro occidental que usurpó el poder en Egipto con un golpe de Estado decretó este miércoles el Estado de Emergencia en todo el país durante un mes a partir de las 16.00 hora local (14:00 GMT), tras una represión criminal. Además, los militares han declarado el toque de queda desde las 19:00 a las 06:00 hora local en varias provincias del país, entre ellas El Cairo y Giza.
Según las propias cifras oficiales, unas 638 personas han muerto y otras 3.994 han resultado heridas en por la represión contra los partidarios del presidente elegido democráticamente, Mohamed Mursi, después de que las fuerzas represivas y el ejército iniciaran el desalojo de los dos campamentos de protesta en El Cairo.
Según un comunicado de los golpistas, leído en la televisión estatal, la decisión fue adoptada debido al "peligro" que se cierne sobre "la seguridad y el orden en los territorios del país", por lo que se encargó al ejército, con la ayuda de la policía, adoptar las "medidas necesarias".
Los disturbios se han extendido por distintas partes del país, después de que el ejército y la policía iniciaran esta mañana una operación para desmantelar las acampadas de los defensores de la democracia en las plazas de Rabea al Adauiya y de Al Nahda, en El Cairo.
El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la elección del presidente Mursi en junio del año pasado.
Con el estado de emergencia se suspende un gran número de derechos personales, civiles y políticos como el de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o a celebrar mítines políticos.
Esta medida da manos libres a los aparatos represivos para irrumpir en una vivienda y detener a cualquier persona de manera indefinida sin necesidad de notificarlo a las autoridades judiciales.
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