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Los comunistas moldavos no van a renunciar a sus símbolos

Jóvenes moldavos del Komsomol con Voronin 
El Presidente del Partido de los Comunistas de República Moldova (PCRM), Vladimir Voronin, que recordemos es el partido mas votado del pais a pesar de que en el Parlamento la mayoría la forme la coalición de partidos anticomunistas, ha afirmado que su partido no va a renunciar a la hoz y al martillo, los simbolos internacionales de los comunistas de todo el mundo, que representan la victoria de la clase obrera ante el fascismo.

Según la decisión tomada en el Parlamento moldavo recientemente, se pretende prohibir la simbologia comunista, con el objetivo de hacer olvidar la gloriosa historia del pais, no solo su participación en la victoria contra las hordas facistas en la Gran Guerra Patria, donde cayeron en defensa de la libertad miles de trabajadores moldavos, sino también el bienestar que hoy, como demuestran las encuestas y el propio voto al PCRM, es recordado y envididado por la mayoria de los ciudadanos del pais, tanto los que lo vivieron como los más jóvenes.

”No vamos a renunciar a los símbolos, porque no son solo los nuestros, sino que son los simbolos internacionales e históricos bajo los cuales lucharon los trabajadores y campesinos, los símbolos de la victoria frente al fascismo. Renunciar a ellos significaría traicionar los intereses del pueblo y a el pasado de nuestro pais", afirmó Voronin.

Bandera de la República de Transnitia 
El 12 de julio la mayoria parlamentaria (formada por los partidos anticomunistas), a petición del Partido Liberal, por la cual se ha condenado el pasado comunista y se ha prohibido el uso de sus simbolos en el territorio de la Republica Moldova, y todo ello a pesar de que el Partido de los Comunistas Moldavos es el partido mayoritario en el pais, y que la propia Republica de Transnistria, autonoma de iure pero independiente de facto, tiene en su bandera y escudos los simbolos de su pasado socialista.

Evidentemente, el intento del fascismo moldavo (disfrazado tras diferente etiquetas, como el Partido Liberal, el Partido Democrata, o el Partido Democrata Liberal) intenta evitar usando cualquier medio posible que los trabajadores moldavos tengan un partido que les represente y, sobre todo, que sigan votando al partido cuyos simbolos les recuerdan su derrota en 1917 y el fin de sus privilegios durante casi todo un siglo.


[Fuente: Un vallekano en Rumanía]

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