Cuando en todos los lugares se han eliminado, del espacio público, las señas y los elementos franquistas o aquello que haga que se les recuerde, en Gran Canaria tenemos un monumento a la barbarie cometida por el franquismo, un recuerdo a sus tristes y desoladores hechos, una atrocidad que nos recuerda que en el Municipio de San Lorenzo se llevó a cabo una injusticia, una atrocidad, una ilegalidad que hace que lo que aquí sucedió sea nulo por propio derecho, porque se vulneró la Ley Municipal del Año 1935 pero a pesar de ello sigue vivo el recuerdo de aquel asalto desolador y cruento para que sigamos rememorando, entristecidos, aquellos vandálicos hechos.

El asalto y la ocupación de un municipio sobre otro, amparado por el régimen tiránico franquista, se perpetúa, aún hoy, en Gran Canaria para tristeza de los demócratas, de los amantes de las libertades y de la justicia, por el hecho de que los responsables políticos de la Capital de la Isla miran hacia otro lado por el mezquino interés de conservar parte de un territorio que no les pertenece. Esta barbaridad que se mantiene, para vergüenza de todo aquel que se considere justo y defensor de la legalidad, es un monumento al franquismo y a las atrocidades que se cometieron en contra de cualquier ser humano que no pensaba como aquellos desalmados. A pesar de esta gran ilegalidad, ocultada al pueblo durante más de setenta años, aún hoy, en tiempos de una democracia consolidada, al menos por el tiempo transcurrido, en la Capital, es decir, en el municipio que ocupó a otro ilegalmente, no se han levantado voces para que se termine esa ocupación injusta, cruenta e ilegal.

Ya es hora de que termine este recuerdo al franquismo, ya es hora de que un municipio que no debió de dejar de serlo se vea de nuevo libre de ataduras y de una ocupación interesada. Debe saberse lo que ocurrió en el MUNICIPIO DE SAN LORENZO DE TAMARACEITE: asalto, expolio, ocupación, miedo, asesinatos, fusilamiento de parte de la Corporación Municipal y de militantes comunistas, atropellos, gente que se benefició de aquella ocupación y se ha puesto al servicio de la opresión, sustanciosos regalos por el servilismo y el silencio, desaparición de nuestros símbolos, ocultación documental durante muchísimo tiempo y un sin fin de ilegalidades y atropellos que se siguen ocultando a la gran mayoría de la población para que el aparato represivo de entonces se transforme en algo normal, y que hay que aceptar también en el momento presente. Quiero que se sepa que no acepto este atropello y que no reconozco la ocupación y el expolio llevado a cabo, quiero que se sepa todo lo que aconteció, quiero que se conozcan aquellos hombres, que fueron elegidos a dedo y asesinados un 29 de marzo de 1937, para que el resto de la población callara por miedo y olvidara que el Municipio de San Lorenzo había existido.

Desgraciadamente, aquellas viles estrategias surtieron el efecto deseado y el silencio se apoderó de la población en beneficio de los que no respetaron las leyes y de los que pisotearon la verdad. Algunos se olvidan que la Historia y la Memoria Histórica no puede ser sólo lo que se quiere escuchar y sí una exposición y defensa de la verdad de todo lo que aconteció. A algunos seres humanos, pienso que a los no demócratas auténticos y a los que sólo piensan en el bien de una de las partes, les puede parecer un planteamiento fuera de lugar pero a esos hay que decirles que si les hubieran arrebatado sus pertenencias, sus hogares o a sus familiares, seguro que no se hubieran quedado cruzados de brazos y hubieran intentado recuperarles como fuera y lo mismo hago yo con nuestro MUNICIPIO DE SAN LORENZO DE TAMARACEITE, con nuestro PUEBLO, con nuestra JURISDICCIÓN, con nuestro TERRITORIO ocupado ilegalmente.

Yo estoy seguro que cualquier ser humano, al que se le arrebata lo que le pertenece o lo que quiere, haría lo mismo.

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