Primun vivere, ende filosofare. Las cifras de la producción editorial de 2011, publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) certifican que la tirada media en el Estado español es minúscula: 1.345 ejemplares (1.657 ejemplares en el caso de las novelas). En 2011 la tirada media cayó en un 22% respecto al año anterior, una proporción similar al descenso en el número de ejemplares impresos (24% menos). En total se editaron 100 millones de ejemplares, menos de la mitad de lo que se imprimió en 2002.

La estadística del INE constata un descenso de títulos publicados en todas las lenguas oficiales, excepto en gallego, que aumentaron levemente.

El descenso de la capacidad de consumo provoca una caída de la demanda, al priorizarse otros gastos, como la alimentación. A su vez, el descenso de tiradas tiene un impacto en el bolsillo, al repercutir más costes sobre menos compradores, lo que hace que los libros sean más caros, bajando las ventas y egenerando un círculo vicioso.