Según la edila de Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Las Palmas GC, Carmen Guerra, “los Consejos de Participación Ciudadana no sirven para nada”, “que lo mejor es que cada concejal de distrito trate directamente con los vecinos”. El problema es que la inexistencia de estos Consejos genera el clientelismo y él ¿COMO VA LO MIO? que tanto le gusta al PP: “Si no estás conmigo estás contra mi”. “Si no entras por el aro te considero mi enemigo” y otras perlas que viven diariamente los dirigentes vecinales de este municipio. Tienen la jeta estos peperos de pro de hablar de participación cuando la misma concejala de Tamaraceite tiene a vecinos y colectivos esperando por una reunión desde hace la tira de tiempo, la misma cargo público de la derechona que desmanteló el buen equipo de educadores de esta importante área municipal.

No es casualidad que los trabajadores quisieran irse a otro lado desde que entró esta señora a llevar esta concejalía. Que las peticiones de traslado se presentaran por la vía de urgencia para salir por patas y evitar pasarlo muy mal, para poder trabajar tranquilos sin que ninguna personaje te supervise sin tener ni puta idea de desarrollo comunitario y aún menos de dinamización social. Esta es la triste realidad de quienes temen como al diablo (y de esto saben mucho en el PP) que los vecinos y vecinas de este municipio tengan acceso a las decisiones políticas, que puedan cuestionar las muchas locuras de un grupo de gobierno, que por ejemplo en Tamaraceite plantea un macrocentro comercial como alternativa a la miseria y a la pobreza de miles de vecinos y vecinas.

El concepto de participación del PP no sale del confesionario o la sacristía al mejor estilo de la fascista Sección Femenina. Es la misma dinámica del Teleclub del franquismo donde el que mandaba tenía galones de Falange. No conciben que el pueblo acceda a las instituciones públicas, que pueda decir su opinión o incluso cuestionar las habituales malas prácticas de grupos de gobierno como el encabezado por el alcalde Cardona.

Genio y figura la de esta señora en sus declaraciones. Vergüenza sentimos como ciudadanos/as, que a pesar de tanta miseria moral por parte de quienes gobiernan con mano de hierro y a espaldas del pueblo, seguimos creyendo en la democracia y en la participación ciudadana como instrumento de cambio social.

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