Días antes de su asesinato, Lumumba le había escrito a su esposa: “Ninguna brutalidad, maltrato o tortura me ha doblegado, porque prefiero morir con la cabeza en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados”.
Lo sabíamos y lo decíamos. Entonces se nos decía: “Claro como que es comunista y tu también lo eres ¿Qué vas a decir?
“Ustedes los comunistas ven por todas partes a los de la CIA.” Nos remachaban con ciertos enfados. Y nos decía: ¿Los de la KGB no mata?
Pasados 50 años estos imperialistas desclasifican los papeles secretos y nos viene ahora a decir lo que ya sabíamos.
Pero…. ¿Han visto ustedes alguna reseña al respecto en esos medios que se dicen tan defensores de los “derechos humanos” y defensores de la “libertad de expresión y de información?
LUMUMBA: Dirigente de la emancipación del Congo (Katako-Kombé, Kasai, 1925 - Elisabethville, Katanga, 1961). Procedente de una de las regiones más pobres del centro del Congo belga, se instaló en 1947 en la capital de la colonia, Léopoldville (la actual Kinshasa). Su educación fue autodidacta, tras haber sido expulsado de varias escuelas misionales. Pronto se hizo notar en los movimientos asociativos indígenas por su militancia en favor de ideales igualitarios, antiimperialistas y pacifistas.
Defraudado por las escasas posibilidades de acción social que le permitían las autoridades coloniales belgas, desde 1958 se orientó decididamente hacia la lucha por la descolonización del Congo; fue entonces cuando fundó el Movimiento Nacional Congolés, partidario de crear un Estado independiente y laico, cuyas estructuras políticas unitarias ayudaran a superar las diferencias tribales creando un sentimiento nacional.
En los años siguientes fue ganándose el aprecio de otros líderes nacionalistas africanos (como Nkrumah) y se impuso a los restantes dirigentes autóctonos del Congo con motivo de la Mesa Redonda de Bruselas que preparó el camino a la independencia (1960). Las elecciones de aquel mismo año dieron el triunfo a su movimiento, que demostró ser el único con implantación en todo el país.
Convertido en primer ministro por el triunfo electoral, Lumumba aceptó un compromiso cediendo la presidencia de la República al líder moderado Kasavubu, partidario de una organización federalista del Estado que dejara subsistir las peculiaridades regionales (1960). Aun así, no pudo impedir que la precipitada retirada del ejército belga diera paso al caos político y social, con motines, pronunciamientos militares, ataques a la población blanca y disturbios generalizados.
La rebelión fue especialmente grave en la región minera de Katanga, que se declaró independiente bajo el liderazgo de Tschombé; Lumumba denunció que esta secesión había sido promovida por el gobierno belga en defensa de los intereses de la compañía minera que explotaba los yacimientos de la región. Lumumba pidió ayuda a la ONU, que envió un pequeño contingente de «cascos azules» incapaces de restablecer el orden, pero rehusó inmiscuirse en lo que consideró un «asunto interno» del Congo.
Viéndose aislado, recurrió al apoyo de la Unión Soviética, con lo que amenazó directamente los intereses occidentales en el marco de la confrontación entre las superpotencias; un golpe de Estado militar protagonizado por el coronel Mobutu -aliado enseguida con el presidente Kasavubu- se hizo con el control del poder en todo el Congo occidental.
Lumumba fue destituido y apresado cuando intentaba reunirse con sus partidarios, fuertes en el este del país. Mobutu lo entregó a los rebeldes de Katanga, que no dudaron en asesinarle. Para la posteridad, Lumumba ha quedado como mártir del nacionalismo africano y de sus aspiraciones de paz y justicia social, inspirando la resistencia de un movimiento lumumbista en su propio país.
No podía ser de otra manera.
No ha sido noticia del mundo “mundial” el asesinato de este guerrillero luchador por la libertad de su pueblo contra los imperios europeos y norteamericano. Y mucho menos noticias puede ser al tratarse de la mano de su amo, los yanquis.
Suelo “caminar” por Internet una media de 13 periódicos digitales todas las noches. En ninguno leo la menor referencia a la desclasificación de los papeles que guardan en secreto los crímenes que cometen los del imperio y sus lacayos europeos. Esto sucede cada 50 años
Ha sido de una suerte entrar en el periódico digital CubAhora y me encuentro con la noticia:
«Medio siglo después, las autoridades estadounidenses han reconocido su implicación en el derrocamiento y asesinato del líder congoleño Patricio Lumumba.
«En efecto, el Departamento de Estado publicó un nuevo volumen de la historia de la diplomacia norteamericana, en el que se incluye numerosos documentos sobre sus operaciones secretas. Con estas nuevas revelaciones, la Administración estadounidense modifica la imagen que había tratado de dar en el año 1994, cuando en los documentos dados a conocer en ese año evitaban toda mención a la política secreta yanqui en los acontecimientos que condujeron a un dramático conflicto en la recién descolonizada República del Congo y, finalmente, al asesinato del líder antiimperialista Patricio Lumumba».
Hemos escrudiñado por esos mundos “internieano”, de Internet, y nos encontramos algo que se nos antoja interesante para el tema que pretendemos tratar.
Por ejemplo:
En las primeras y únicas elecciones libres que se celebraron en el antiguo Congo belga en 1960, el pueblo congoleño eligió de forma abrumadora a Patricio Lumumba, convirtiéndolo en el primer Jefe de gobierno de su país tras la independencia. Lumumba trató de aplicar en su país una política anticolonial y panafricana. Como en otras circunstancias similares en la historia del siglo XX, esa razón fue suficiente para que contra él se confabularan, en un esfuerzo concertado, los Estados Unidos y las grandes potencias europeas.
Fue entonces cuando el jefe del gobierno, Patricio Lumumba, se vio obligado a solicitar la ayuda de la Unión Soviética. A mediados de 1960 comenzaron a llegar asesores militares soviéticos. Lumumba no estaba dispuesto a ceder ni un ápice de la soberanía que tan recientemente había conquistado su país.
Como en tantas otras ocasiones precedentes, el gobierno estadounidense encabezado por el Eisenhower, dio la orden expresa de asesinar a Patricio Lumumba. Para ello envió al país africano al conocido agente de la CIA Frank Carlucci, que años más tarde sería nada menos que Secretario de Defensa con Ronald Reagan. Los resultados de la presencia del siniestro Carlucci se comenzaron a apreciar rápidamente. Un golpe de Estado derrocó a Lumumba, que fue detenido, torturado y asesinado por mercenarios europeos y congoleños.
En enero de 1961, en plena sabana de katangeña, iluminado por las luces de los automóviles de sus asesinos, fue atado a un árbol y a la orden de un mercenario belga, acribillado hasta la muerte. Su cuerpo, sin vida, fue troceado y disuelto en ácido sulfúrico, procediendo luego a esparcir sus restos en diversos lugares para que no fuera reconocido por nadie.
Por entonces y como consecuencia de ganar las elecciones se especuló largamente sobre el papel de las potencias occidentales en general y de los Estados Unidos en particular en la muerte de Lumumba, bajo el pretexto de que cabría temer una deriva del Congo Belga hacia la URSS. En efecto Lumumba, que siempre negó ser comunista reconociéndose sólo como nacionalista de su país, hizo llamamientos a los soviéticos durante la Guerra de Katanga al no responder los EE.UU., ni la ONU a sus peticiones de ayuda militar para poner fin a la guerra civil. La CIA y el gobierno belga dieron ayuda financiera y técnica a los opositores de Lumumba y suministraron armas a Mobutu.
«Los lazos de la CIA con Mobutu se remontaban a 1960, el año en que la CIA planeó el asesinato de Lumumba. Un cable del 25 de agosto de 1960 al jefe de la estación de la CIA del entonces Director de la Central de Inteligencia, Allen Dulles, señalaba que "la destitución de Lumumba debe ser un objetivo primordial y urgente y que, bajo las presentes condiciones, debería ser una prioridad fundamental de nuestra acción encubierta". Antes de que pudiera concretarse el plan de la CIA, Lumumba fue asesinado por otro grupo de seguidores de Mobutu».
¿Cuándo sabremos porque falleció Néstor Kirchner? ¿Fue una venganza de Bush por lo del Mar del Plata de cuando mandó, junto con Chávez, el ALCA ¡¡al carajo!!? ¿Y las enfermedades de Lula?, ¿Y de Cristina? ¿Y de Fernando Lugo? ¿Y de Dilma?, ¿Y de los 638 atentados a Fidel?, ¿Y de Chávez?
¿Otros cincuenta años? Para entonces no estaremos en el mundo terráqueo.
Es decir: dejaremos de ser tripulante de “nuestra querida, contaminada y única nave espacial”, como dice Walter Martínez en su programa de TELESUR “Dossier”.
¡¡¡¡POBRES ISLAS CANARIAS. LA MALDICIÓN DE PERTENECER A ESPAÑA. AHORA LA CIA, MÁS USAID, TAN CERCA DE MARRUECOS TAN LEJOS DE DIOS, OTAN Y AFRICOM. Y AHORA CENTRO NACIONAL DE INTELIGENCIA (CNI) PARA ESPIAR Y CONTROLAR A NUESTROS VECINOS AFRICANOS!!!!
¡¡¡¡SOLO FALTA QUE RIEGUEN LAS COSTAS DE ALQUITRÁN PARA CUMPLIR EL OBJETIVO PREVISTO!!!!
¡¡¡¡NADIE TE DEFIENDE!!!! ¡¡¡TIERRA MIA!!!
ADEMÁS NOS PRESTAMOS A ESPIAR A NUESTROS QUERIDOS VECINOS. BUENOS VECINOS SI EXCEPTUAMOS AL MARRUECOS FASCISTA.
QUE NO NOS EXTRAÑE, SI SE DEFIENDEN. EN LOS PECADOS NOS IRÁ LA PENITENCIA.
¡¡LIBERTAD PARA LOS TRES HÉROES (YA TENEMOS DOS EN CASA) CUBANOS PRESOS EN LAS CÁRCELES DE LOS ESTADOS UNIDOS POR LUCHAR CONTRA EL TERRORISMO!!
Saludos Republicanos.
La Habana, 5-04-14
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