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La situación está difícil, pero China tiene confianza

ZHENG KAI


A nivel internacional, China enfrenta algunos problemas que no se resolverán en un par de horas, como la cuestión de las Islas Diaoyu y del Mar Meridional. En el interior del país también hay desafíos: el crecimiento económico en el segundo trimestre fue menor del 8%. Al respecto, el primer ministro Wen Jiabao dijo sinceramente que “las dificultades probablemente continuarán por un tiempo más”. Bajo estas circunstancias, los comentarios negativos no se hacen esperar: “La situación en China últimamente está muy difícil”.

De hecho, siendo China un país en vías de desarrollo con una gran población, ¿cuándo fue fácil la situación? Ni siquiera mencionemos cuestiones espinosas como la cuestión de Islas Diaoyu o del Mar Meridional. Ni hablar del cerco que Estados Unidos ha instalado alrededor de China desde hace un tiempo, o de los frecuentes ejercicios militares en la región de Asia-Pacífico, o cómo China se vuelve el chivo expiatorio de los enfrentamientos entre los candidatos a la Casa Blanca.

No obstante, aunque la situación internacional empeore, no va a ser peor que cuando la OTAN bombardeó la embajada China en Belgrado, o durante la “colisión de aviones” en Hainan, o durante la Reforma y Apertura. China no busca problemas, pero tampoco les teme. Además, los tiempos han cambiado, el poder nacional aumenta día a día y ya hay condiciones para resolver paulatinamente los problemas difíciles de antaño.

La economía china realmente está en dificultades. La crisis de la deuda europea llevó a una disminución de las exportaciones y durante el segundo trimestre de este año el crecimiento cayó al nivel más bajo de los últimos tres años. Antes, China necesitaba más del mundo, ahora es el mundo el que necesita más de China. La desaceleración china es motivo de preocupación para el resto del mundo. Sin embargo, especialistas internacionales han visto claramente que “la situación actual de China no es tan grave como hace tres años”.

En el 2008 estalló la crisis financiera mundial y a comienzos del 2009 la economía china sufrió las mayores consecuencias y la sacudida fue mucho mayor que hoy en día. Entonces, China hizo esfuerzos descomunales para ir contra la corriente, liderar la recuperación y convertirse en el remolque del mundo.

Las situación fue difícil en el pasado y ahora también, pero el sentido es diferente. Antes, la dificultad era encontrar un “espacio de crecimiento”. Ahora, son las “angustias que crecen”. En el campo diplomático, China actualmente es el blanco de los EE.UU. ¿Cuál es la causa? Todos los países lo ven con claridad: “Ahora es tu turno, quién te deja ser el segundo”. En el plano económico, lo importante ya no es la velocidad del desarrollo, sino la calidad. Algunos analistas consideran que, a pesar que la economía se ha desacelerado, desde otra perspectiva es una buena oportunidad para un “reajuste estructural”.

Para convertirse en una potencia, el camino que debe recorrer un país no es nada llano. Sólo es necesario avanzar y no temer. Las dificultades harán que China sea aún más madura. En una palabra: la situación está difícil, pero China tiene confianza.


(*) Zheng Kai es editor de Diario del Pueblo

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