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Violencia machista en la juventud, otro síntoma de la decadencia capitalista

NURIA C. 


El pasado mes de Mayo El País publicaba un artículo titulado “La violencia machista sobrevive en las parejas más jóvenes”. Parece un titular extraño y desfasado. La ideología burguesa nos repite día tras día que el machismo ya acabó. Los más jóvenes fuimos educados en la igualdad y las mujeres conquistamos gran número de derechos en las últimas décadas. Sin embargo, la realidad nos muestra justo lo contrario.

La violencia psicológica es sufrida por todas nosotras a lo largo de nuestra vida. No sólo se trata de los insultos, las agresiones verbales o las humillaciones. También se refleja en las relaciones de pareja. La psicóloga Ianire Estébanez recoge algunas argumentaciones de las chicas que acuden en su ayuda: “Me controla pero sólo lo normal, lo hace porque me quiere, se pone celoso porque no puede estar sin mí, eso no es malo, es que le interesas...”. Un 25% de las chicas encuestadas reconocen la violencia psicológica en sus relaciones, las demás dudan o lo justifican. “Lo hace porque me quiere. Le perdono por amor”.

En palabras de Estébanez: “La idealización del amor como algo unido al esfuerzo y al sufrimiento, que puede reparar cualquier daño ocasionado confunde y engaña a estas chicas, llevándolas a aceptar comportamientos violentos como parte del pack incluido dentro del amor-pasión”. Las nuevas tecnologías no ayudan. Con el surgimiento de Facebook o Whatsap es mucho más fácil controlar a la pareja. Saber dónde está, con quién, a qué hora se acostó...

Las jóvenes sienten “que tienen una especie de contrato de por vida con su pareja y que si él es violento, es porque se lo merecen; lo que aumenta la sensación de culpabilidad. A ellos les obliga a demostrar celos y dominio para reafirmar su amor”.

Pero, ¿los jóvenes no fuimos educados en la igualdad? ¿La democracia no nos brindó a las jóvenes la liberación que no tuvieron nuestras mayores? Entonces, ¿por qué se extiende el machismo en la juventud? Veamos algunos datos.

En el Estado Español, los centros de atención a malos tratos coinciden en que cada vez son más jóvenes las chicas que acuden a pedir ayuda. Las causas judiciales por este motivo aumentan entre los más jóvenes, según la Fiscalía de Menores. Aunque la mayoría de las víctimas adolescentes tienen entre 15 y 17 años, los puntos especializados llegan a recibir a niñas de 12 y 13 años. El 25% de las mujeres atendidas en el Centro Municipal para la Igualdad 8 de marzo de Fuenlabrada eran menores de 25 años, frente al 23% del año anterior. En Andalucía se presentaron 78 denuncias por violencia de género contra menores de edad en 2012; una cifra superior a las de períodos anteriores. Y cada año la media de edad es inferior al anterior.

De las 32.242 mujeres que sufrieron malos tratos en 2011, 571 tenían menos de 18 años, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Al contrario de lo que predica la ideología burguesa, crecen y crecen los casos de machismo.

Y con la crisis...

No sólo son los recortes en Educación, Sanidad o la Ley de dependencia, también el Gobierno ha recortado un 21% en programas de prevención y un 18% en políticas de igualdad.

La Organización Mundial de la Salud acredita que los programas educativos en países desarrollados ayudan a frenar el machismo. Pero incluso estos programas, enmarcados dentro de la ideología burguesa, incapaz de dar salida al sufrimiento de las masas y mucho menos de los sectores más oprimidos de ellas, están desapareciendo en el Estado Español. De cinco psicólogas, la comisión contra los malos tratos se quedó con dos en 2011 por falta de fondos.

A todo esto se le suma la degeneración moral de un sistema en decadencia. La falta de recursos y la desesperación hacen que seamos nosotras las que carguemos el peso de la crisis también en forma de violencia psicológica. Las opresiones se profundizan y se hacen más fuertes.

¿Qué podemos hacer ante este panorama? ¿A quién beneficia el machismo en realidad?

Hay quien dice que el machismo es biológico, que está en los genes de los humanos y que, por tanto, es imposible de destruir. Hay quien dice que el machismo terminó o está en vías de hacerlo, o que para acabar con él debemos unirnos todas las mujeres contra los hombres. Para nosotras, marxistas, el análisis del tema es más profundo.

El machismo no existió siempre. Al establecerse la división de la sociedad en clases sociales, la clase dominante necesitó que una parte de la sociedad realizara las tareas que no proporciona el Estado, como son el cuidado de los hijos o personas mayores, la higiene, las comidas y, en resumen, la reproducción de la fuerza de trabajo de la cual se apropia el capitalista. Por eso, cada vez que el hombre oprime a la mujer ya sea en el ámbito doméstico, con el maltrato físico/verbal o tratándola como objeto sexual, está reproduciendo la ideología de la dominación que usa la burguesía para poder explotarlo a él y también a ella.

Por eso es falso que se pueda acabar con el machismo dentro del sistema capitalista, o que sea algo biológico o que la solución sea exterminar a los hombres. El machismo es una cuestión de clase y no de género. El capitalismo se beneficia de él para poder explotarnos más, transforma las diferencias en desigualdad y las usa a su favor. Por tanto, pese a que por una parte los gobiernos burgueses impulsan de cara a la galería el falso discurso de las políticas de igualdad, planes de educación contra las diferencias de género…; por otra siguen fomentando a través de la ideología imperante y los medios de comunicación la reproducción de los elementos más básicos de opresión, que luego son reproducidos por los adolescentes, persistiendo así la desigualdad de las mujeres,

Debemos seguir, hombres y mujeres, y especialmente la juventud, combatiendo el machismo y atacando a las causas de su origen y perpetuación en la sociedad. Nuestra única salida es seguir peleando contra este sistema y construir, con el conjunto de la clase trabajadora, una sociedad sin oprimidos ni opresores, sin explotadores ni explotados.


[http://www.asociacionportimujer.org/]

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