RASUL GUDARZI
Mientras la opinión pública mundial se ha concentrado en el plan de EE.UU y sus aliados en torno a un eventual ataque militar a Siria, Washington y el régimen de Israel están obteniendo sus intereses, sin embargo, su plan les conllevaría fuertes retos.
CASO DE EGIPTO
Con el anuncio del plan, ya el tema de Egipto y la matanza de civiles perdieron su importancia y lugar entre los medios de comunicación y círculos políticos. Tras el pasado 3 de julio, fecha en la que el Ejército dio un golpe para derrocar al depuesto presidente Mursi. Llegó al poder un nuevo gobierno de forma interina, cuyo plan ha sido eliminar al partido de la Hermandad Musulmana del escenario político egipcio. Por lo tanto, después del derrocamiento de Mursi sofocaron las voces opositoras y se registraron enfrentamientos mortales entre partidarios del depuesto presidente y el Ejército que cuenta con el apoyo directo de EE.UU. La brutalidad policial contra los opositores dejó cientos de muertos y decenas de miles de heridos en todo el territorio egipcio. Pese a las reacciones internacionales contra la violencia descarada contra los manifestantes, EEUU no reconoció el derrocamiento como un golpe de Estado y tampoco suspendió sus ayudas a este nuevo gobierno. Debido a esta postura de Washington, la Casa Blanca está en medio de críticas y protestas, entonces necesitaba un respiro y esto se conseguía mediante un plan de mayor importancia, es decir, una intervención militar.
Justo en estos dos días que todos estaban ocupados con el tema de Siria, las autoridades interinas de Egipto, arrestaron a más de 60 miembros y partidarios de la Hermandad Musulmana. De acuerdo con la información oficial divulgada el miércoles, entre los detenidos se encuentra Saad al-Shater, hijo del jefe adjunto de la HM, Jairat al-Shater, junto con un cuñado de uno de los fugitivos líderes del Partido Libertad y Justicia, Mohamad al-Beltagy.
De esta forma, EEUU está promulgando sus programas en el país norteafricano y así preserva la seguridad de Israel, ya que la política y visión de la Hermandad Musulmana no conviene para nada al régimen de Israel.
DENOMINADAS CONVERSACIONES DE PAZ
El otro caso que fue eliminado de la agenda de los medios de comunicación, es el tema de las conversaciones entre Palestina y el régimen de Israel. Al parecer, la sexta ronda de diálogos entre el régimen de Israel y Palestina se suma a la lista de los pasados cinco viajes del secretario de Estado de EEUU, John Kerry, llevados a cabo con el fin de sentar a las partes a la mesa de conversaciones. Y de esta forma, los pronósticos y esfuerzos de Washington, que según éste, lograrían reducir las divergencias entre Palestina e Israel, se quedaron sin resultado alguno.
ESCÁNDALO DE ESPIONAJE
El tema de un supuesto ataque a Siria, ha hecho olvidar los escándalos provocados para EE.UU por el extécnico de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) Edward Snowden. Los últimos meses fueron los peores para Washington debido a las revelaciones de este técnico en cuanto a la masiva operación de espionaje que realizaba y sigue realizando a casi todo el mundo, incluso a sus cercanos aliados así como Alemania, Francia y el Reino Unido. Lo peor surgió cuando el extécnico puso de manifiesto que el espionaje estadounidense logró introducirse en el programa de videoconferencias de la ONU y romper su sistema de cifrado.
Otro de los informes indica que la NSA espió a la Unión Europea (UE) en su nueva sede en la ciudad estadounidense de Nueva York, a la que se mudó en septiembre de 2012. No obstante, ya el tema de Siria es de mayor importancia, por lo tanto, EE.UU tiene más tiempo para encontrar una salida para este dilema.
¿Qué otros objetivos busca EEUU? ¿Por qué una operación corta y rápida contra Siria?
Tal como se sabe, el colapso de la Unión Soviética en 1991 creó gran inestabilidad e inseguridad en los alrededores de Rusia, por lo que este país centró sus esfuerzos en desempeñar un papel más influyente e independiente en la arena internacional, especialmente, en Europa Oriental, Asia Central y el Cáucaso.
Transcurridos ya más de 20 años de ese suceso, se le ha presentado la oportunidad de demostrar su poderío, a través de la crisis en Siria; cualquier cambio en el sistema del país árabe y la supuesta llegada de una Administración títere de EEUU podrían borrar la influencia de Rusia en la estratégica región de Oriente Medio y el Mar Mediterráneo, y sería un paso importante encaminado a limitar el poderío de Moscú, algo que EEUU pretendía materializar en la Península Balcánica, Asia Central y el Cáucaso.
EEUU mediante un plan de invasión rápida y limitada quiere cumplir con varios objetivos: Primero, demostrar su poderío a Rusia y de alguna forma tener a Snowden, al finalizar su ataque. El segundo, reside en debilitar y desestabilizar el frente de resistencia que hoy cuenta con más poderío tal como lo demostró en la pasada guerra de 8 días entre el régimen de Israel y Hezbolá y así los israelíes tendrían más seguridad. Su objetivo final y el más importante es ayudar a los rebeldes armados en el país árabe, mediante atacar los puntos y áreas estratégicas que están bajo el control del Ejército sirio.
Con todo esto, lo más seguro es que en una guerra siempre hay un invasor y un invadido, por lo que uno solo puede determinar el inicio pero no el final del conflicto. Razón por la cual, EEUU al iniciar una intervención militar podría caer en un lío al igual que en Afganistán e Irak.
Sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente. Es un monstruo grande y pisa fuerte, sobre la inocencia de la gente (León Gieco, cantautor latinoamerticano).
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